AMC 'The Terror' refleja la mentalidad de superioridad de la que hacen gala los colonos e invasores
AMC estrena hoy, a partir de las 22:10 horas, ‘The Terror’, una serie de 10 episodios basada en hechos reales -una expedición británica al Ártico en el siglo XIX- que introduce un componente sobrenatural para hacer la experiencia aún más terrorífica.
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madrid, Actualizado:
Mayo de 1845. Inglaterra. 130 marineros ponen rumbo al Ártico a bordo de dos barcos de la Armada británica, el HMS Erebus y el HMS Terror. Su misión, abrir el Paso del Noroeste para alcanzar India y China. Ningún superviviente. Más de 150 años después su desaparición se convierte en la base de la nueva serie de AMC, The Terror, protagonizada por Jared Harris, Tobias Menzies y Ciarán Hinds y basada en el libro de Dan Simmons.
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Harris y Menzies pasaron por Madrid para hablar con los medios sobre una producción de tintes épicos en la que la angustia, una atmósfera helada y asfixiante y el miedo son sus principales ingredientes. “La idea del terror tiene varias caras dependiendo del punto de la narración en el que te encuentras”, advierte Menzies, que pide paciencia al espectador para una ficción que, como explica Harris, da respuesta a todas las preguntas que plantea. No como Perdidos.
The Terror está basada en hechos reales, en esa expedición capitaneada por Sir John Franklin (Ciarán Hinds) que el 19 de mayo de 1845 partió rumbo al Ártico y nunca volvió. Para hacer la historia más atrayente, David Kajganich y Soo Hugh introducen un componente fantástico basándose en la novela de Simmons que acrecienta la leyenda, una criatura que acecha a los marineros y va mermando sus filas. “Si The Terror no tuviese el componente sobrenatural, la serie se vería en el Canal Historia o en National Geographic. Este elemento adicional extra lo encontré excitante porque es un tipo de impulso diferente para la historia”, explica Harris, que interpreta a Francis Crozier, un personaje frustrado con el que empatizó desde el primer momento. Porque en su carrera como actor también ha vivido mucho de esa impotencia de querer hacer sabiéndose capaz y que no le den la oportunidad de demostrarlo.
Añade el veterano actor británico conocido por sus papeles en Mad Men, The Crown y Fringe, que la historia real, de por sí, “es bastante oscura y deprimente” y que “si no hubiese componente sobrenatural sería más deprimente y oscura. Habría miseria, muerte, infierno, canibalismo…”. Y ahí, en ese extra es donde The Terror marca la diferencia merced a una ambientación oscura y fría que contribuye a acrecentar esa atmósfera angustiosa en la que se ven inmersos sus protagonistas. La angustia ataca en The Terror desde distintos frentes. No solo por el hecho de estar aislados en un mundo desconocido, helado y hostil acechados por una bestia que les descuartiza, sino por las circunstancias extremas que les rodean.
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“Son 60 personas viviendo en un espacio reducido, en la parte baja del barco porque arriba hacía demasiado frío. Con gente cocinando para 60 personas, nunca había silencio, no había paz. La peste que había ahí dentro…”. Así describe Harris la vida dentro de uno de esos buques de la Armada británica y la tensión creciente que se vive en su interior. “Te puedes imaginar lo que es tener continuamente todos los sentidos activos. Es como en la vida real. A veces cosas pequeñas se van acumulando a lo largo del día y por una tontería explotas, pero no es por eso, sino por la acumulación de las pequeñas cosas. Es un poco como debía ser ahí”, resume sobre el caldo de cultivo para la confrontación y la violencia que se refleja en The Terror.
Las múltiples caras del terror
Aunque el nombre de la producción venga dado por el de uno de los barcos, el terror que provoca la producción que hoy se estrena en AMC abarca infinidad de significados y ninguno tiene que ver con los sustos facilones. “La idea del terror tiene varias caras dependiendo del punto de la narración en el que te encuentras”, explica Menzies. En su disertación sobre el origen del miedo en The Terror, el actor de Outlander y Juego de Tronos tiene una teoría muy sólida que da una idea de lo que se encontrará el espectador en la pantalla. “A veces el terror es la criatura. A veces son los humanos. A veces, la bestia en la que nos convertimos por los traumas y las consecuencias de los mismos. A veces es el lugar helado y desértico. Creo que el principal terror somos nosotros mismos, los tripulantes, estos invasores que llegan a un lugar al que no han sido invitados y causan todo tipo de destrucción a su paso. Es algo que está muy presente en la serie, el trasfondo medioambiental”, analiza.
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En The Terror hay mucho de eso, de esa conciencia sobre el daño que el hombre genera en su entorno. Es algo que sobrevuela su planteamiento y puesta en escena y que queda reflejado de una manera más que evidente en esa escena en la que los expedicionarios dinamitan el casquete polar para abrirse paso a través del hielo. Su huella medioambiental es terrorífica, como lo es también la mentalidad de superioridad de la que hacen gala los colonos e invasores. “Es sobre la conquista y el colonialismo, una investigación sobre cómo una sociedad reacciona ante los otros, entendiendo por otros tanto a la criatura que pulula en la historia como a ese mundo de hielo que les rodea y la cultura local. ¿Qué pasa cuando una sociedad entra en un lugar que no conoce y no entiende desde la confianza y la arrogancia de creerse superior?”, se pregunta Menzies, quien interpreta a James Fitzjames.
A todo eso intenta dar respuesta The Terror, una propuesta seriéfila con una capa superficial centrada en la lucha por la supervivencia y el qué pasó con todos esos hombres que esconde debajo una gran cantidad de subtramas que van desde esa crítica feroz al colonialismo que menciona Menzies al daño medioambiental que produce el hombre hasta el proceso de convertirse en un monstruo víctima de las circunstancias. Sin olvidar, eso sí, esa “responsabilidad” inherente al hecho de basarse en “un hecho real” que señala el que será el nuevo príncipe de Edimburgo en la tercera temporada de The Crown.
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Unos estudios en Budapest fueron la casa en la que se recreó ese mundo helado, inhóspito e inexplorado en el que la tripulación del Erebus y el Terror se encontraron desoyendo los consejos de la población autóctona, unos inuits que les avisan de que lo mejor que pueden hacer es irse y con los que solo el personaje de Harris es capaz de establecer una comunicación fluida. Con referencias fácilmente reconocibles por los amantes del género de terror -ahí están La cosa, Alien, Picnic en Hanging Rock…- y a otros títulos como Master & Commander, Harris resalta el hecho de que una de las cosas que más le llamó la atención al leer el guion fue la contención y la “sensación de que algo va a pasar” alejándose de “clichés”.
En el mundo real existen muchas teorías, a cada cual más terrible y dolorosa, de lo que ocurrió con los miembros de esta tripulación. A eso se agarra The Terror para crear su propio y terrorífico microuniverso en el que un grupo de hombres que se creían por encima de todo se ven superados por el entorno y los miedos que comienzan a aflorar como consecuencia de las duras condiciones de supervivencia a las que se enfrentan acrecentadas por el irremediable paso del tiempo sin mejoras. Las líneas argumentales que plantea The Terror en sus primeros capítulos son solo el abono para lo que vendrá después: el verdadero terror en todas sus formas. La criatura es solo una de ellas, como señalan sus protagonistas.
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A modo de epílogo, Menzies avisa de que esta “no es una serie de la que te enamoras nada más arrancar, es una serie que si le das un poco de paciencia y cariño vale mucho la pena. Si tienes paciencia te encontrarás con una recompensa al final. A la audiencia, un poco de paciencia, por favor” pide antes de terminar la entrevista. Por su parte, Jared Harris promete algo, que “cada pregunta que tengas será resuelta al final. Hay resolución, no es Lost”. Aunque fuera de la pantalla aún se esté investigando el cómo y el por qué, con muchas más pistas gracias a los restos de los barcos hallados en 2014 y 2016, The Terror tiene sus propias explicaciones.