Alberto García-Alix: “Me alimento de mis emociones para fotografiar”
“Vivimos en los tiempos donde la corrección política es obligada. Eso sí es censura”
Publicidad
Actualizado:
MADRID.- Cuando tenía 19 años pidió a sus padres su primera cámara. Quería fotografiar motos, aunque reconoce que su objetivo era dedicarse al cine. “Como no pude y tenía una cámara de fotos, me dio por la fotografía”.
Publicidad
García-Alix describe Un horizonte falso como un ensayo fotográfico, un trabajo que toca los retratos, las motos y otros elementos comunes a lo largo de su carrera, pero de una forma más abstracta y menos naturalista.
“En Un horizonte falso hay un trabajo nuevo sobre la moto, pero no son fotos de motos como tal, sino que juego con una metáfora visual a través de las sombras, a través de la posición de cámara. Juego con la idea de la moto en una especie de metáfora sobre ella”.
Una nueva etapa en la carrera de García-Alix que es, según opina el propio fotógrafo, la más interesante de su trayectoria. “Es cuando he sedimentado todos los conocimientos y todas las pulsiones creativas y fotográficas en mi cabeza. En este momento es cuando soy más libre en la mirada”.
Publicidad
“No doy prioridad a la técnica. Doy prioridad al monólogo que se establece entre la cámara y lo que miro”
“Cuando empecé a hacer fotos miraba hacia afuera. Ahora lo que miro vuelve adentro. Y produce una reverberación, un monólogo. Es ahí donde se produce la pulsión fotográfica en mí”, explicado García-Alix y reconoce que la técnica en su obra es secundaria. “No doy prioridad a la técnica. Doy prioridad al monólogo que se establece entre la cámara y lo que miro”.
Publicidad
A pesar de su evolución, la obra de García-Alix sigue en línea con un estilo “muy marcado” que el fotógrafo ha construido a lo largo de su carrera a través del blanco y negro y el formato analógico. Algo que no siempre fue así, ya que en los años 80 y 90 realizó fotografías en color, aunque reconoce que “fue en el blanco y negro donde encontré mi mayor expresividad”.
Aunque García-Alix tiene un móvil con cámara, reconoce que no la usa. “La fotografía para mí es otra cosa”. Sin embargo, cree que el móvil puede convertirse en una herramienta fotográfica interesante: “Aquel que utiliza la cámara del móvil de una manera consciente y la aprovecha, es fotógrafo. El que lo usa para hacer un selfie, no”.
Un fenómeno, el selfie, que, como el retoque, forma parte del “capitalismo de la imagen” y que tiene sus virtudes y sus defectos. Una de ellos, afirma, es la falsificación de las emociones a través del retoque: “No hay una foto que no sea retocada. Eso produce una gran falsificación de las emociones del fotógrafo y también de las emociones del receptor”.
Publicidad
“Vivimos en los tiempos donde la corrección política es obligada. Eso sí es censura”
A lo largo de su carrera, Alberto García-Alix ha fotografiado el sexo, la droga o la muerte. Una obra que nunca se ha enfrentado a la censura de forma directa, aunque el fotógrafo reconoce que, en realidad, “siempre la hay y hoy más que nunca”.
“Vivimos un momento de acoso y derribo de cualquier idea progresista y de cambio”
Publicidad
“Hoy en día, la censura es autocensura. Las fotos que hacía de cuerpos desnudos en los años 90 hoy serían muy difícil de colocar. Por tanto, no te censura nadie, te censuras tú porque sabes que esas imágenes no tienen salida hoy en día”.