Madrid
Wikipedia, la "enciclopedia libre, políglota y global" por excelencia, la biblioteca de Babel soñada por Borges que nos ha brindado la tecnología, está hecha de ausencias. De miles y miles de ausencias. Los datos así lo corroboran: Wikipedia.org se encuentra entre las siete páginas de internet más consultadas, compitiendo con gigantes como Google o Facebook. En la página en español de la plataforma, las biografías de mujeres suponen menos del 22%.
Este jueves 19 de mayo se cumplen 20 años del nacimiento en castellano de esta enciclopedia libre en línea, la más grande del mundo, que está nutrida de millones de datos, servidos al instante, revisados y editados por especialistas de las más inverosímiles materias. Un mundo de referencias en el que perderse e indagar, si es menester, en saberes recónditos como la anatomía de los dípteros, la evolución demográfica de Eslovaquia o la historia de los libelos.
Una inmensa acumulación de conocimiento convenientemente entrelazado y al alcance de la mano que llena de regocijo al escolar y de orgullo al que aparece indexado. Vanidad que, por cierto, experimentan en su mayoría hombres, no en vano ocho de cada diez semblanzas pertenecen a señores, algunos provistos de mostacho, otros tantos de bombín, los hay también con miopía severa o engalanados para la ocasión, humillados hay unos pocos, trascendentes otros tantos. Todos hombres, eso sí.
Virginia Díez: "Tenemos un vacío brutal de mujeres nacidas en los siglos XIII, XIV y XV"
"La Wikipedia es una fuente de información que recoge referencias de otros sitios, como los medios de comunicación o el ámbito académico, por eso es frecuente que cuando queremos escribir sobre determinadas mujeres no podamos hacerlo porque carecemos de datos", explica a Público Virginia Díez Gobernado, responsable de comunicación y políticas públicas de Wikimedia España.
La imposibilidad de encontrar referencias que apuntalen contenidos referidos a esas otras vidas, que en número son la mitad del mundo, pero cuya representatividad deja mucho que desear, es el gran problema al que se enfrentan las editoras. "Hay un número considerable de biografías de mujeres nacidas en los siglos XX y XXI, el problema es que en Wikipedia tenemos un vacío brutal de mujeres relevantes nacidas en los siglos XIII, XIV y XV porque apenas tenemos datos de ellas".
Combatir ese desequilibrio pasa, según Virginia, por tejer alianzas con los medios y las universidades, buscar apoyos que nos permitan cubrir un mundo hecho de elusiones, de voces apagadas por el tiempo y el silencio. En esa labor de arqueología digital es fundamental la presencia de editoras, responsables de nutrir de contenidos a la plataforma y víctimas, a su vez, del machismo imperante en nuestra sociedad.
"En las comunidades de software libre y en proyectos colaborativos como es el de la Wikipedia vinculados tradicionalmente con la tecnología, es habitual que muchas mujeres no indiquen que lo son en sus cuentas registradas, de esta forma se evitan situaciones de acoso, de seguimiento a sus ediciones y de una especie de supervisión o paternalismo del que se libran cuando no se sabe que son mujeres".
Y dado que la Wikipedia permite editar de manera anónima o prescindir de la identidad de género a la hora de registrar una cuenta, cuantificar el número de mujeres que editan en la plataforma en castellano es, cuando menos, farragoso. "Lo único que podemos saber a este respecto es que el porcentaje podrían ir de un 4 a un 60%", apostilla Virginia.
Colonialismo y tensión feminista
La urgencia por aumentar el número de editoras y ganar en representatividad ha marcado una década de avances a contrarreloj. Una carrera que ha primado lo cuantitativo y en la que se ha hecho escuela a base de editatonas, maratones de edición con perspectiva de género. Ahora toca complejizar un poco esa creciente participación, permitir que entre aire nuevo en esa comunidad de editores que es, entre otras muchas cosas, la Wikipedia.
Así lo cree Marta Delatte, experta en participación y género en espacios digitales con especial atención en Wikipedia. Marta se sirve de la imagen de un conducto de agua que tiene pérdidas para evidenciar el problema al que se enfrentan demasiadas jóvenes editoras. "En el tránsito de un punto a otro estamos perdiendo muchas compañeras, tenemos un problema muy grande de retención de talento por la hostilidad de muchos editores, por la frustración de ver que tu trabajo acaba borrado o minimizado por normas internas".
Marta Delatte: "Tenemos un problema de retención de talento por la hostilidad de muchos editores"
Normas que responden a una "herencia colonialista" que digiere con mayor dificultad saberes no hegemónicos. "La enciclopedia no deja de ser −apunta Delatte− fruto de un tiempo determinado, un tiempo en el que una serie de fuentes de saber eran consideradas como suficientemente consolidadas para alimentar dicha enciclopedia, por no hablar de que quienes accedían a ese conocimiento era gente muy específica, una élite".
Y junto a la pátina colonial que impregna, según Delatte, la estructura normativa de Wikipedia, habría que añadir las tensiones que se han ido fraguando en los últimos tiempos en el seno del feminismo. "Hay disensión por los derechos de las personas trans, por los de las trabajadoras sexuales o por la inclusión de las intereseccionalidades dentro del movimiento feminista, esto es algo que se ha trasladado de la esfera de la política y las redes sociales, a los grupos de editoras", añade Delatte.
Un debate que resta peso específico a las nuevas hornadas de editoras que poco o nada pueden hacer frente a otras que, por su veteranía, tienen la última palabras en muchas publicaciones. "La comunidad distribuye poderes y tiene una determinada jerarquía, el hecho de que haya editoras veteranas afines a postulados transexclusivos, por ejemplo, hace que muchas editoras nuevas no encuentren apoyo, no puedan publicar según qué cosas y abandonen".
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