World Press Photo 140 instantes de un mundo convulso
Cuatro fotógrafos españoles han sido galardonados. 'Un asesinato en Turquía', del turco Burhan Ozbilici, se ha alzado con el primer premio. La imagen, en palabras de los organizadores de certamen, "nos habla del odio de nuestro tiempo".
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madrid, Actualizado:
“Me da un poco de vergüenza reconocer que a nivel gráfico quizá no sea mi mejor foto, sobre todo cuando pienso en la historia que hay detrás”, confiesa el fotógrafo Santi Palacios durante la presentación en Madrid de las 143 imágenes ganadoras del certamen World Press Photo 2017. En efecto, la imagen —y la historia que complementa— es de esas que llenan de sentido la palabra fotoperiodismo. Una niña nigeriana de once años de edad (izquierda) consuela a su hermano, más joven, a bordo de la embarcación de rescate a la que fueron trasladados tras recuperarlos de un bote abarrotado en el Mediterráneo, en ruta hacia Italia, a unos 23 kilómetros al norte de Sabratha, Libia, en julio pasado.
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“Pensé que era el mar lo que le asustaba y traté de tranquilizarlo tras hacer la foto. Una mujer a su lado, que resultó ser su tía, me confesó que lloraba por su madre muerta”. Cuando la tragedia se normaliza las víctimas se cosifican. Los refugiados, con sus madres muertas y sus vidas rotas a cuestas, pasan a convertirse en una masa informe digerible para telediarios de medio mundo. En ese sentido, la fotografía de Palacios titulada Abandonados —ganadora de un segundo premio en la categoría de Noticias Generales— logra descosificar a la víctima dotándola de vida propia. “Lo que buscamos como fotógrafos es empatizar, acabar ya con ese discurso político que dice que a Europa se ha de entrar por la puerta y no en patera o que pone en entredicho la labor de los voluntarios”, denuncia Palacios.
A apenas unos metros de distancia, nos topamos con el rostro desquiciado de Mevlüt Mert Altıntaş, el policía turco de 22 años que escoltaba al embajador ruso en Turquía y que acabó con su vida al grito de 'Allahu akbar. No olviden Alepo, no se olviden de Siria'. La imagen corre a cargo de Burhan Ozbilici, que se encontraba en el recinto provisto de cámara y fue capaz de retratar el asesinato. Su semblante mientras señala al cielo turba al visitante, su mirada segundos antes de acribillar al diplomático hiela por dentro. "Fue una imagen muy discutida porque es muy explosiva. Nos habla del odio de nuestro tiempo y del papel de los medios, hay mucho en esta imagen", ha explicado el representante del concurso, Paul Russeler, que cree que es "una elección muy interesante porque es una apuesta fuerte" por parte del certamen.
60 años de “iconos” fotográficos
El representante del concurso, Paul Russeler ha hecho hincapié en la capacidad del concurso no solamente para promover el fotoperiodismo y dar a conocer las imágenes y trabajos de los mejores fotógrafos alrededor del mundo sino en un su papel como productor de "iconos" mundiales acerca de lo que acontece.
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En esta edición, las instantáneas y reportajes ganadores han sido elegidos entre más de 8.000 imágenes de fotógrafos de todo el mundo, desde las fotografías de un niño sirio que tomó su cámara para retratar el dolor que produce la guerra a su alrededor, hasta las imágenes del italiano Antonio Gibotta sobre la fiesta de 'Los Enharinados' o el proyecto de la española Carla Tramullas, que ha ganado el primer premio de Narrativa Inmersiva del certamen World Press Photo Multimedia por un trabajo interactivo sobre las relaciones humanas, a partir un hombre que mantiene "un lazo marital con tres muñecas de silicona".