Una vela solar llega al espacio
Los 32 metros cuadrados de ligerísimo material de LightSail ocupan ahora lo mismo que una caja de zapatos y se desplegarán el 17 de junio.
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Una vela solar destinada a demostrar que funciona esta forma de propulsión y que puede tener aplicaciones interesantes en el espacio ha sido uno de los extraños compañeros de lanzamiento de un vehículo espacial militar no tripulado de Estados Unidos en una misión ultrasecreta. A bordo de un cohete Atlas V, el pasado 20 de mayo, un minisatélite de los llamados Cubesat acompañó al avión Boeing X-37B y a otros nueve minisatélites hasta despegarse de ellos y empezar a orbitar la Tierra solo. Dentro, plegada, va la LightSail de la Sociedad Planetaria, formada por cuatro piezas de un ligerísimo material llamado mylar, que ocupa una “caja de zapatos” de 10 por 30 centímetros. El satélite consta también de los módulos electrónico y de control y de varios paneles solares desplegables.
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La orden de despliegue de la vela se dará, si todo va bien, el 17 de junio, a unos 700 kilómetros de altura
Por ahora, todos los instrumentos de a bordo parecen funcionar correctamente y la orden de despliegue de la vela se dará, si todo va bien, el 17 de junio, a unos 700 kilómetros de altura. El control de la misión está a cargo de la Sociedad Planetaria y es un ensayo civil científico, pero el lanzamiento fue pagado por la NASA, que colabora desde hace años en el desarrollo de esta forma de propulsión.
La NASA tiene programados dos minisatélites con velas solares mayores que se lanzarían en 2018 a bordo del primer cohete pesado capaz de alcanzar la Luna
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Louis Friedman, que ha dirigido durante varios años el proyecto, explica, que a diferencia de las velas anteriores, esta dispone de un sistema de control, de comunicación por radio y de cámaras. Le hubiera gustado haber podido situarla a mayor altura, pero no ha sido posible, señala.
Son misiones de prueba de nuevas tecnologías y cada satélite ocupará seis unidades de cubesat
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Son misiones de prueba de nuevas tecnologías y cada satélite ocupará seis unidades de cubesat. Estos minisatélites se pueden aprovechar especialmente de las velas solares porque suelen lanzarse en el mismo cohete que lleva una gran y costosa carga (como el prototipo de vehículo espacial militar en el caso actual de la LightSail) y apenas llevan propulsión tradicional para no poner en riesgo la carga.
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