La UE pide desviar el río contaminado de Hungría
Los expertos recomiendan que se pongan más barreras para detener el lodo rojo
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La Unión Europea ha recomendado al Gobierno húngaro que desvíe el curso del río Torna para evitar que siga arrastrando lodos y agua contaminada al sistema fluvial del país. Desviar el Torna es una de las recomendaciones prioritarias contenidas en dos informes redactados por seis expertos de la UE que viajaron la semana pasada a la zona del desastre a petición del Gobierno magiar.
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Los documentos, a los que ha tenido acceso este periódico, también contienen otras advertencias urgentes para mejorar la contención de la contaminación. La lista de recomendaciones está ya sobre la mesa del primer ministro húngaro, Viktor Orban, cuyo Gobierno sopesará ahora si seguirlas, según explicó ayer a Público Reka Becze, subdirectora de la Dirección General de Desastres de Hungría. "No se tomará ninguna decisión hasta dentro de unos días y antes será necesario estudiar si es viable desviar la corriente", señaló Becze.
El Torna discurre por la zona más afectada por la riada de lodos tóxicos que arrasó varias poblaciones cercanas a Ajka, donde se encuentra la fábrica de aluminio en la que se originó el desastre. Desde entonces, la corriente sigue teñida de rojo por los residuos, que contienen metales pesados y elementos corrosivos. Según los seis expertos de la UE, es una prioridad "desviar el arroyo en su cauce alto para que no cruce las zonas afectadas y arrastre el barro rojo restante".
La presa de lodos cuyo muro reventó el pasado 4 de octubre contiene aún 2,5 millones de metros cúbicos de barro espeso que pueden ser arrastrados por la lluvia hasta el cauce del Torna, que discurre a los pies del boquete de 50 metros abierto en la presa. El Gobierno ha construido varios muros para proteger Kolontár y Devecser, las poblaciones más afectadas por la primera oleada de lodo, pero no tiene forma de evitar que el río arrastre el barro restante alargando indefinidamente la contaminación de las aguas.
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Para evitarlo, la UE también recomienda poner más barreras en el cauce bajo del Torna que impidan que los componentes sólidos lleguen a otros ríos y también controlar la red de canales y acequias conectadas al arroyo.
"Desviar el río no es una opción real", explicó ayer Janos Szépvölgyi, jefe del grupo de científicos húngaros que asesora al Gobierno magiar. "No creo que se pueda hacer y, si se logra, cambiaría de forma radical el balance de agua en la región", concluyó.