Los sistemas de protección que vinieron del frío
Eugene Kaspersky es el fundador de la compañía rusa que lleva su nombre. Lleva más de 15 años luchando contra el crimen en la Red, y cree que el comportamiento de los ‘cibercacos’ cambia a mayor velocidad que las le
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Hubo un tiempo en el que los creadores de virus informáticos buscaban prestigio, explica Eugene Kaspersky, experto en seguridad informática y creador de los sistemas que llevan su apellido. A los 14 años le inscribieron en un programa para alumnos superdotados de la Universidad de Moscú y, cuando con 24, en 1989, el virus Cascade infectó su ordenador, este ingeniero ruso nacido en Novorossysk lo guardó en un disquete, analizó el código y empezó a crear antivirus informáticos como hobby.
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Desde entonces, cuenta Kaspersky el mundo de los virus, con todas sus variantes, ha cambiado muchos. Hace veinte años, el atacante solía ser un joven que trataba de demostrar su pericia con los programas molestando a otros usuarios, pero ahora se puede hablar del cibercrimen o crimen organizado aplicado a Internet. La búsqueda de dinero ha sustituido rápidamente a la búsqueda de fama.
La búsqueda de dinero ha sustituido rápidamente a la búsqueda de fama Desde 1997, el experto dirige Laboratorios Kaspersky, la productora de sistemas de defensa más conocida de Rusia y la tercera en el mercado español de ordenadores personales. A día de hoy, explica, los fraudes financieros, el negocio del spam (correo electrónico no solicitado), los programas encubiertos y todo tipo de variantes de estas estafas proliferan sin que, en su opinión, los delincuentes tengan la sensación de estar robando, al no haber contacto físico con el estafado.
Según Kaspersky es difícil cuantificar el dinero que obtienen los delincuentes que ponen en marcha este tipo de prácticas. Por un lado, las entidades bancarias no suelen informar de los ataques y, según corrobora la Asociación de Internautas, un elevado porcentaje de los usuarios víctimas de estafas como el phishing (robo de claves bancarias) no se atreve a hacer públicos sus casos por vergüenza. "No estamos preparados para entender el negocio del cibercrimen. Nosotros entendemos de código, no de lo que hay detrás, por ello el negocio de este tipo de delitos resulta tan difícil de parar", explica Kaspersky, que ha visitado Madrid para pronunciar una conferencia sobre cibercrimen.
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Herramientas ilegales
Karspersky muestra con cierta sorna unas diapositivas que muestran hasta qué punto se puede obtener ayuda para el uso ilegal de herramientas. Por ejemplo, se pueden encontrar en Internet empresas que comercializan las vulnerabilidades de los sistemas mediante un sistema de subasta.
Hay empresas que comercializan las vulnerabilidades de los sistemas mediante subastas Optimista, pero con reservas, cree que se puede poner freno al cibercrimen en la Red, pero es necesario implementar nuevas medidas que escapan el ámbito de las empresas de seguridad. Cree que uno de los problemas es que víctimas y delincuentes están en distintos países, lo que ralentiza las detenciones.
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Kaspersky aboga por una especie de Interpol dedicada a Internet que impulse estas investigaciones. Aunque Europa ya tiene sus organizaciones, según él, se trata de un continente de víctimas, algo que no contribuye a unas detenciones rápidas y coordinadas. Como ejemplo, comenta el robo de avatares en mundos virtuales, una actividad puesta en marcha en países como Japón.
"No hace falta que diga qué haría la policía si un usuario presentase una denuncia sobre el robo de un personaje virtual", añade. Mientras no exista una entidad supranacional dedicada a este tipo de delitos "se puede intentar educar a los usuarios, pero es imposible hacerlo con todos. Es ahí donde entran en juego los programas de seguridad", comenta.
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Se muestra convencido de que los ataques evolucionarán allí donde haya negocio. "También llegarán a las casas inteligentes cuando haya un número importante de ellas". Extrapolando la idea de los ataques masivos a los usuarios, Kaspersky no cree que haya unos sistemas más vulnerables que otros. "No creo que Linux sea más seguro que Windows o MacOS".
En su opinión, lo que hace a los sistemas (tanto de hardware como de software) víctimas de los delitos no es tanto los posibles fallos de seguridad como el número de usuarios potencial al que se puede llegare. Aún así, cuando se le pregunta por Microsoft y su seguridad, Kaspersky afirma no entender cuál es la estrategia de la compañía en este sentido. "Se acerca al tema pero no profundiza en él", opina.