La compleja apuesta de Negroponte
Tras varios retrasos, el fabricante del PC barato espera que Perú o Uruguay lo reciban a principios de 2008
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Los ordenadores del proyecto Un portátil para cada niño (OLPC, por sus siglas en inglés) de Nicholas Negroponte están un paso más cerca de ver la luz. La compañía taiwanesa Quanta Computer ha empezado esta semana a fabricar en Changshu, en el noroeste de Shangai, el ordenador que materializa esta iniciativa, el XO.
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Este proceso de fabricación acerca a la realidad una idea que empezó a gestarse hace varios años y que ha sufrido numerosos cambios desde entonces, sobre todo en cuestiones relativas a su financiación. El XO pretende crear un sistema suficientemente barato y eficaz para que los niños de países pobres puedan entrar en contacto con la tecnología. No es un ordenador de comercialización masiva, aunque todo apunta a que también llegará a los usuarios del llamado primer mundo.
Compra dos, llévate uno
La iniciativa XO Giving es uno de los sistemas ideados por Negroponte para buscar una financiación alternativa que le permita llevar su ordenador al mayor número de países en vías de desarrollo posible. El fundador del MediaLab del MIT se mostraba, en principio, reacio a extender su venta a usuarios de los países más ricos, pero ha contemplado esta opción en última instancia.
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Se trata de que cualquier consumidor pueda adquirir dos ordenadores pero que sólo reciba uno, subvencionando así a un niño de países en desarrollo para que reciba el otro. Este cambio de estrategia se debe, en parte, a que los ordenadores iban a comercializarse por 100 dólares. No obstante, las últimas informaciones apuntan a que podrían rondar los 200 dólares cuando se compre un lote de 10.000 unidades, un precio que no todos los Gobiernos estarán dispuestos a aceptar.
Pese al objetivo meritorio que persigue el proyecto de Negroponte, no ha logrado quedar exento de críticas. Compañías como Intel (que también colaborará con XO) o Microsoft (que se encuentra evaluando el hardware) también están desarrollando sus propios planes en estos países. Con iniciativas más amplias, argumentan que el acercamiento a la tecnología no puede realizarse únicamente a través de un ordenador, sino mediante un plan global que incluya una importante inversión en infraestructuras. No obstante, estas compañías tampoco descartan que sus proyectos privados incluyan en sus sistemas de educación los ordenadores XO de Negroponte.