Reproducción La calidad del esperma influye en los abortos recurrentes
Un estudio preliminar relaciona los daños en los espermatozoides con la terminación involuntaria del embarazo.
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madrid,
Tradicionalmente la existencia de varios abortos espontáneos consecutivos en una mujer se ha relacionado con temas físicos o de salud de la propia mujer, aunque la causa no se llegue a determinar exactamente en la mayoría de los casos. Ahora, un pequeño estudio sobre la calidad del esperma que dio lugar al embarazo en estos casos indica que puede ser un factor importante en la interrupción involuntaria del embarazo. Otro encuentra que la edad avanzada del padre aumenta ligeramente los riesgos para el bebé.
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El problema de los abortos recurrentes afecta a un pequeño porcentaje de las parejas que desean tener hijos (se estima que entre un 1% y un 3%), pero se presenta como irresoluble en la mayoría de los casos. Científicos del Imperial College de Londres han estudiado la calidad del esperma de 50 hombres cuyas parejas tuvieron tres o más abortos espontáneos consecutivos antes de las 20 semanas de gestación y la han comparado con un grupo de control que no sufrió este problema.
La calidad general del esperma, incluidos mayores daños en el ADN, ha resultado ser bastante menor en los casos de abortos espontáneos, explica Channa Jayasena, el director de la investigación que se publica en la revista Clinical Chemistry: "Tradicionalmente los médicos han centrado su atención en las mujeres al buscar las causas del aborto recurrente. No se analizaba la salud del hombre ni la de su semen. Nuestra investigación se añade a un número creciente de indicios de que la salud del esperma dicta la salud del embarazo. Por ejemplo, una investigación anterior indica que el esperma juega un papel importante en la formación de la placenta, que es crucial para el suministro de oxígeno y nutrientes al feto".
El estudio se ha hecho en 50 hombres afectados y 60 hombres de control, por lo que no puede considerarse definitivo dado su pequeño tamaño. La movilidad y la morfología normal de los espermatozoides son menores en los primeros, en los que además la fragmentación en el ADN dobla la hallada en los segundos. En parte al menos, la menor calidad del esperma parece estar relacionada con un fenómeno de oxidación, en este caso unas moléculas del tipo ROS (especies de oxígeno reactivo, que incluyen radicales libres y otras). El contenido de ROS en el semen del primer grupo analizado cuadruplicó de media el medido en el segundo grupo.
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Esta alta presencia de ROS se relaciona con infecciones latentes (bacterias que permanecen en la próstata sin dar síntomas) y con la obesidad, por lo que los investigadores se están fijando ahora en la salud metabólica y endocrina de los 50 hombres estudiados (factores como el peso y el nivel de colesterol, entre otros) y en su edad, por si pueden influir en los niveles de oxígeno reactivo de su esperma.
La edad del padre se relaciona también con la salud del bebé al nacer, según una nueva revisión de una década de nacimientos en Estados Unidos, unos 40 millones. Los niños con padres de edad avanzada (más de 35 años) presentaron un mayor riesgo estadístico de tener menor peso, sufrir convulsiones o necesitar ayuda para respirar tras nacer, informa la Universidad de Stanford, aunque el riesgo sigue siendo pequeño.
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Cuanto más edad del padre, mayores los riesgos. Con 45 años o más fue un 14% más frecuente tener niños prematuros; en los padres mayores de 50 años el ingreso del bebé en unidades de cuidados intensivos fue un 28% más. Sin embargo, el urólogo Michael Eisenberg, coautor del estudio, compara estos hallazgos con comprar lotería: “Si compras dos billetes de lotería en vez de uno solo, tu probabilidad de ganar se duplica, de modo que el aumento es de un 100%, pero es un aumento relativo. Como tu probabilidad de ganar en la lotería es muy pequeña de entrada, sigue siendo poco probable que ganes. Este es un ejemplo extremo, pero se puede aplicar el mismo concepto a cómo considerar estos riesgos en el nacimiento”. Las conclusiones se han publicado en The British Medical Journal y la más sorprendente para los científicos es la de que en hombres mayores de 45 años la probabilidad de que su pareja embarazada desarrolle diabetes gestacional es un 28% mayor que en hombres de entre 25 y 34 años. Se desconoce la causa, aunque puede tener que ver con la influencia de los espermatozoides en el desarrollo de la placenta mencionada antes.