La red mundial de detección de pruebas nucleares es ya un gran instrumento científico
Terremotos, volcanes, meteoros y hasta la migración de las ballenas son detectados por las
300 estaciones repartidas por casi todo el mundo
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MADRID.- En el mundo se producen 130 movimientos sísmicos relevantes al día y la fabricación de isótopos radiactivos para medicina es la principal fuente de contaminación por xenón. Estos son algunos de los descubrimientos derivados del análisis de los datos obtenidos por la red de sensores asociada al Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBT), que se está abriendo cada vez más a los científicos.
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Considerada como una de las maravillas de la ciencia moderna, según Ahmet Üzümcü,
director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (premiada en
2013 con el Nobel de La Paz), la red de verificación está ya operativa en un 90% y los sensores, de distintos tipos, se reparten por 89 países. España aporta una de las estaciones sísmicas de base, la de Sonseca (Toledo), gestionada por el Instituto Geográfico Nacional.
Hace solo dos años, el 12 de febrero de 2013, 94 de las estaciones sísimicas y dos de las de infrasonidos detectaron y alertaron de una explosión nuclear más de una hora antes de que los reconociera Corea del Norte, lo que se ajusta a su objetivo primario. Sin embargo, solo tres días después las estaciones de infrasonidos detectaron la onda de choque producida por un bólido procedente de espacio que se desintegró sobre Chelyabinsk, en Rusia, según fuentes de la organización.
La red se empezó a diseñar y construir hace 18 años. Las estaciones están muchas veces
situadas en lugares remotos: 48 son de infrasonidos, 11 están en las profundidades marinas, 80 miden la radiactividad atmosférica y el resto son estaciones sísmicas. “Se han detectado cantidades sorprendentes de xenón”, señala Gerhard Wotawa, un científico australiano. “No proceden de centrales nucleares o de pruebas nucleares, como al principio se pensaba, sino de la producción de isotópos para medicina, un descubrimiento que ha permitido buscar maneras de limitar las emisiones en las pocas fábricas que hay en el mundo de estos compuestos imprescindibles para tratar el cáncer”.
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La reciente conferencia en Viena sobre ciencia y tenología en el CTBT, en la que habló Üzümcü, fue la más numerosa de las que se vienen celebrando cada dos años, con más de 1.000 asistentes de más de 70 países. El secretario ejecutivo de este organismo de la ONU, Lassina Zerbo, aseguró: “Me produce mucha esperanza para el futuro de nuestros hijos que los mejores y más brillantes científicos actuales se congreguen para perfeccionar la detección de la bomba en vez de trabajar en perfeccionar la bomba”. Para Zerbo la red es como un estetoscopio gigante combinado aplicado a la Tierra, y ya ha sobrepasado su objetivo inicial, proporcionando un retorno grande e inesperado a las continuas inversiones de los 183 Estados miembros, que alcanzan los 1.000 millones de dólares.