Minerales mucho más raros que los diamantes
Más de 2.500 especies que se encuentran en cinco o menos lugares de la Tierra y son testigos de su historia aparecen en un nuevo inventario geológico
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MADRID.- Calcio, silicio y oxígeno son algunos de los elementos más comunes en la Tierra, pero en ciertas circunstancias se han combinado para formar la hatrurita, uno de los minerales más escasos en la corteza del planeta. Algo parecido pasa con la ichnusaíta, creada por la mezcla en el interior de la Tierra del elemento radiactivo torio y el molibdeno. Solo se conoce un “ejemplar” encontrado en Cerdeña hace pocos años.
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Hoy hay clasificadas 5.090 especies. Menos de un centenar forman el 99% de la corteza terrestre, y unas 2.550 son raras
Como estos, los minerales más raros de la Tierra, los más extraordinarios, no son los más valiosos, como los diamantes u otras gemas preciosas, ni los más solicitados por la industria: son miles de compuestos que existen en muy pocos lugares y normalmente se han formado en condiciones muy poco frecuentes. Muchos de ellos están todavía por descubrir, son testigos de la historia terrestre y representan lo que distingue a la Tierra de otros planetas, indican los científicos que han realizado el más completo inventario de minerales raros, que comprende 2.550 especies que únicamente se han encontrado en cinco o menos lugares en el mundo.
Una especie mineral se define como un compuesto cristalino natural que tiene una composición química única y una estructura cristalina. La Asociación Mineralógica Internacional ha aprobado hasta ahora 5.090 especies. De ellas menos de un centenar forman el 99% de la corteza terrestre, y unas 2.550 de las demás son consideradas raras. En España se han confirmado 1.550 especies minerales, según la base de datos Mindat, lo que indica una gran riqueza geológica y un nivel alto de conocimiento histórico, ligado sobre todo a las explotaciones mineras.
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Como la fingerita, además de raros algunos de estos minerales son poco estables, se pueden fundir, evaporar o deshidratar cuando cambian las condiciones ambientales, por lo que no servirían nunca para poner en un anillo. Por otra parte, la existencia de la gran mayoría de los minerales raros “se atribuye a cambios biológicos en el medio ambiente terrestre cercano a la superficie”, explican Robert Hazen y Jesse Ausubel, autores del estudio, lo que indica su estrecha relación con la vida en la Tierra.