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La leche no nace en el 'tetrabrik'

Una iniciativa mundial analiza el papel de la naturaleza en el bienestar humano

MARTA DEL AMO

Antes de la creación de las ciudades, el ser humano vivía en relación constante con la naturaleza y se nutría de ella. Sin embargo, más de la mitad de la población mundial ya vive en las ciudades, lo que ha provocado 'una indiferencia hacia la naturaleza que nos obliga a enseñar a los niños que la leche no procede de un tetrabrik, sino de las vacas; es una amnesia ecológica', denuncia el catedrático de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Carlos Montes. El experto está inmerso en el proyecto internacional de Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (EEM) que analiza el funcionamiento, la estructura y las tendencias de los ecosistemas del mundo.

Esta iniciativa internacional surgió en 1998 de la mano del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con el objetivo de hacer un análisis piloto de los ecosistemas globales. Esta primera fase, en la que España no participó, reveló que 'en los últimos 50 años, los humanos han cambiado los ecosistemas más rápido que en cualquier otro periodo de la historia, lo que supone una pérdida irreversible de la diversidad', afirma el miembro de la EEM en España, Pedro Lomas.

El proyecto español no sólo evalúa los diferentes ecosistemas del territorio, sino que también 'quiere identificar cuál es su papel en el bienestar humano', asegura Montes. La naturaleza genera recursos, pero también mitiga el riesgo de inundaciones y aludes, cumple funciones de polinización y regula la temperatura y el ciclo del agua. 'La economía ignora de forma sistemática esta contribución', denuncia Lomas.

Con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, los ecólogos de la UAM han definido los 13 ecosistemas diferentes que conforman el territorio español y durante los próximos meses evaluarán su papel en la vida humana. El objetivo es que tanto los tomadores de decisiones como la sociedad general sean conscientes de 'todo lo que la naturaleza les da a cambio de nada', explica Montes. Según Lomas, 'la degradación de los ecosistemas podría aumentar de manera significativa en la primera mitad de este siglo'.

Una década después de la primera etapa de la EEM, ha comenzado la segunda, en la que España forma parte para garantizar la conservación del paisaje. 'Estamos empezando a sufrir los efectos de las políticas cortoplacistas que han olvidado que el ser humano depende de la naturaleza', concluye Montes.

Termomediterráneo. Son bosques de temperatura moderada, dominados por las encinas.

Mediterráneo continental. Son casi exclusivos de la Península. Sufren grandes heladas y también destaca la encina.

Atlántico. Están dominados por la humedad y se componen de hayedos y robledales.

Alpino. En el Pirineo y Cantabria, con abundancia de hayedos.

Mediterráneo. Montañas de la costa del sur y del este, cubiertas por pinares.

Árido. Desiertos del sur, con escasas precipitaciones y fuerte erosión.

Agrosistemas. Huertas, olivares y dehesas asociados a la ganadería.

Litoral. Transición entre el ecosistema marino y continental.

Marino. Ecosistemas oceánicos.

Ríos y Riberas. Siguen el eje del río y están dominados por el caudal.

Humedales y lagos. Ecosistemas acuáticos que se diferencian por la profundidad.

Insulares. Clima subtropical de Canarias.

Urbanos. Las ciudades son ecosistemas caracterizados por su elevado consumo de energía.

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