Maquiavelo vive en la corteza cerebral
Las neuronas de la sumisión a las normas son más activas en los infractores
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La resonancia magnética por imágenes permite a los investigadores de la función cerebral conocer qué áreas encefálicas se activan al ejecutar determinadas acciones o procesos. Mediante el uso de esta técnica, un equipo de neurólogos de la Universidad de Ulm (Alemania) ha logrado identificar la porción del cerebro que dirige el cumplimiento de las normas sociales y observar cómo responde cuando el sujeto decide violar las reglas.
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El trabajo, publicado en la revista Neuron y dirigido por Manfred Spitzer y Ernst Fehr, ha empleado un diseño experimental basado, a partes iguales, en la generosidad y en el miedo al castigo. En la situación de control, un individuo debía elegir qué cantidad de monedas de un recipiente entregar a una segunda persona. A continuación, se repetía el caso, pero esta vez, si el receptor no quedaba satisfecho con el reparto, podía castigar a su compañero gastando dinero de otro recipiente, lo que reducía la ganancia del primero.
Los investigadores comprobaron así que las decisiones influidas por el temor al castigo activaban una región del córtex prefrontal, que previamente se ha relacionado con la equidad y el cálculo de las amenazas de castigo.
Egoístas y oportunistas
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A continuación, Fehr y Spitzer recurrieron a un cuestionario para seleccionar a un grupo muy particular de individuos: según explican los investigadores, buscaron personalidades maquiavélicas, definidas por una marcada tendencia al egoísmo y al oportunismo.
No resulta extraño que los maquiavélicos acumularan mayores ganancias en la serie de experimentos. En la situación de control, entregaban poco dinero a su compañero, pero la cantidad aumentaba bajo la amenaza de castigo para obtener el máximo de recompensa. Al mismo tiempo, la región del córtex estudiada se activaba en mayor grado que en los sujetos que acataban las normas.
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Según los científicos, su trabajo contribuye al conocimiento de las bases neurológicas de la psicopatía, ya que estos pacientes comprenden las reglas, pero son incapaces de respetarlas. Asimismo, y dado que esta región no está completamente desarrollada en los adolescentes, sugieren que este factor se tenga en cuenta en la administración de justicia a los menores.