Homo sapiens Una mandíbula hallada en Israel reescribe la prehistoria
Los huesos, pertenecientes a un 'Homo sapiens' que vivió hace entre 200.000 y 175.000 años, indican que nuestra especie salió de África y empezó a conquistar el resto del mundo mucho antes de lo que se pensaba. En su estudio han participado varios investigadores españoles.
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MADRID,
La cueva de Misliya en Israel, uno de los yacimientos prehistóricos localizados en el monte Carmelo, escondía los huesos humanos más antiguos hallados fuera de África. Los registros fósiles encontrados hasta el momento señalaban que los Homo sapiens se aventuraron fuera de África hace unos 100.000 años. Pero el nuevo hallazgo podría ayudar a entender una parte de la historia de la evolución humana.
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Un gran equipo internacional de científicos, liderado por la Universidad de Tel Aviv en Israel, ha descubierto un fragmento de mandíbula superior junto a varios dientes que pertenecieron a uno de los primeros Homo sapiens que partieron de África. Según los tres métodos independientes de datación empleados, el fósil tiene una antigüedad de entre 200.000 y 175.000 años.
El estudio, publicado este jueves en Science, sugiere así que los humanos comenzaron a conquistar el mundo unos 50.000 años antes de lo que se pensaba.
“En los textos clásicos sobre evolución humana se recoge que la historia de nuestra especie es una historia bastante reciente y exclusivamente africana. Sin embargo, el hallazgo de Misliya revela que la historia del origen de H. sapiens, y sobre todo, la de su exitosa dispersión y conquista del planeta empezó al menos 60.000 años antes”, indica a Sinc María Martiñón-Torres, coautora del trabajo y directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).
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Aunque los rasgos de la mandíbula pertenecen a humanos modernos, también aparecen características y patrones de otras especies humanas como neandertales u otros grupos. “Uno de los desafíos en este estudio fue identificar las características en Misliya que se encuentran únicamente en humanos modernos. Estos son los rasgos que proporcionan la señal más clara de qué especie representa el fósil de Misliya", apunta Rolf Quam, coautor e investigador en la Binghamton University (EE UU).
El equipo, que ha contado también con la participación de Juan Luis Arsuaga del Centro UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humano y de José María Bermúdez de Castro del CENIEH, entre otros investigadores españoles, ha comparado de manera “detallada y exhaustiva” la anatomía del fósil con la de una amplia muestra de fósiles europeos, africanos y asiáticos desde los últimos dos millones de años hasta ahora.
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“Esa comparación se ha realizado mediante el análisis de rasgos y medidas clásicas, pero también a través de análisis de forma tridimensional gracias a la aplicación de técnicas de imagen como la microtomografía axial computarizada. La conclusión es que la morfología del fósil hallado en Israel es claramente moderna, y está fuera de la variabilidad de neandertales y otros homininos arcaicos”, detalla Martiñón-Torres.
Cazadores saliendo de África
Además de los fósiles, los científicos hallaron herramientas de piedra cerca del yacimiento moldeadas según una técnica muy sofisticada denominada Levallois. Se trata de la primera asociación conocida de esta tecnología con fósiles de humanos modernos en esta región, por lo que los investigadores relacionan la aparición de esta técnica con la del Homo sapiens en esta zona.
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El uso de estas herramientas indica que los habitantes de la cueva de Misliya eran hábiles cazadores de grandes presas, controlaban la producción de fuego y tenían en su poder un kit de herramientas de piedra del Paleolítico inferior, similar al encontrado con los primeros humanos modernos en África.
“Hace unos 180.000 años existía una población en Israel con una anatomía y cultura similar a la de los primeros humanos modernos de África. Se trata de una población de cazadores de grandes presas, como uros y gacelas, con herramientas sofisticadas y perfecto control del fuego”, recalca la directora del CENIEH.
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Aunque los fósiles más antiguos de Homo sapiens se encontraron en el yacimiento de Jebel Irhoud (Marruecos), para los investigadores, las rutas migratorias que los humanos modernos usaron para salir de África y el momento en que lo hicieron son clave para comprender la evolución de nuestra especie.
En este sentido, la región de Oriente Próximo representa un corredor importante para las migraciones de homínidos durante el Pleistoceno. Esta zona ha sido ocupada en diferentes momentos tanto por humanos modernos como por neandertales.