Halladas las primeras plumas de dinosaurio en un trozo de ámbar
El hallazgo del extremo de una cola en este tipo de piedras realiza un sueño de los paleontólogos, que bromeaban con encontrar restos al estilo de 'Parque Jurásico'.
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MADRID.- Ya no hay que forzar tanto la imaginación como hasta ahora para representar a los dinosaurios con plumas, esos cuyos fósiles empezaron a estudiarse hace ya décadas pero cuyo aspecto apenas se conocía. Por primera vez, se dispone de plumas de un dinosaurio, preservadas en ámbar, un sueño para los paleontólogos y todo un hito en el aumento del conocimiento de aquellos animales, parte de los cuales son antepasados de las aves actuales. Además, el dinosaurio parece ser un celurosaurio, un pequeño animal que andaba sobre dos patas y que está emparentado con los famosos “compis” de Parque Jurásico.
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El tesoro paleontológico lo encontró, y no por azar, un científico chino en un mercado de Myanmar (antes Birmania), ya que el norte de ese país destaca por los ricos yacimientos de ámbar del cretácico con inclusiones de vertebrados de aquella época. El fragmento que identificó Lida Xing contiene un trozo de cola de 3,6 centímetros de longitud de un pequeño dinosaurio de hace 99 millones de años con sus plumas y en tres dimensiones, que es lo que más interesa a los investigadores.
El dinosaurio tenía plumas pero estas no le servían para volar, aunque quizás sí para planear
El color externo de los dinosaurios ha sido tradicionalmente uno de los aspectos a los que se le ha echado más imaginación porque no se dispone de información. En este caso, los pigmentos conservados indican que el color de la piel era castaño oscuro en la parte superior de la cola y más claro en la inferior. Además, en una parte expuesta de la cola en la superficie del trozo de ámbar se ha detectado hierro, resto de la sangre del dinosaurio que quedó atrapado en la resina.
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Ahora se pueden ver como eran de verdad y eso da información sobre la evolución de las plumas que no se había podido obtener de los fósiles. Lo que se observa es que las plumas son distintas de las de las aves actuales. El raquis o eje central es más débil, pero las barbas que parten de este y que se ramifican a su vez en bárbulas o barbillas son igual de complejas. Conclusión: el dinosaurio tenía plumas pero estas no le servían para volar, aunque quizás sí para planear. Eso apoya la hipótesis de que las plumas no surgieron en la evolución para el vuelo sino probablemente para dar calor o como reclamo en la reproducción.
“Desde la película Parque Jurásico, los paleontólogos hemos bromeado sobre encontrar dinosaurios en ámbar, porque contendrían mucha más información”, ha reconocido Holtz. “Ahora tenemos un pedazo de uno”.
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