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Las focas grises también se comunican con palmadas

Esta forma de comunicarse de las focas, desconocida hasta ahora, se suma a sus silbidos y otros sonidos que los científicos han comprobado que utilizan para comunicarse.

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El investigador Ben Burville junto a una de las focas grises que lleva 17 años estudiando en el Atlántico norte. /NEWCASTLE UNIVERSITY

madrid,

Quien la sigue la consigue, dice un popular refrán. Es el caso del naturalista Ben Burville, quien tras 17 años de estudiar la foca gris del Atlántico norte ha conseguido filmar por primera vez a un macho salvaje dando palmadas mientras está sumergido. Burville, al igual que otros investigadores, había oído muchas veces el sonido de las palmadas, que se escucha sorprendentemente fuerte en el medio acuático, como un disparo, y que se consideraba generalmente de origen vocal. Sin embargo, a pesar de haber llegado a ver las palmadas de las focas grises en sus continuas inmersiones en varias ocasiones, en época de apareamiento, no consiguió grabarlas hasta hace poco. Esta forma de comunicarse de las focas, desconocida hasta ahora, se suma a sus silbidos y otros sonidos que los científicos han comprobado que utilizan para comunicarse.

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Burville y sus compañeros de investigación explican en la revista Marine Mammal Science que creen que las palmadas representan algo parecido a lo que hacen los gorilas machos en época de apareamiento, cuando se golpean en el pecho. Serían una atractiva muestra de fuerza y una advertencia para otros machos rivales. Es un sonido fuerte de alta frecuencia que se eleva por encima del ruido de fondo y constituye una señal clara para otras focas que estén en los alrededores. El vídeo, de la Universidad de Newcastle, muestra a un macho grande que da varias palmadas seguidas.

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"Estaba sumergido cerca de las islas Farne cuando vi por primera vez a un macho de gran tamaño dar palmadas repetidamente. El efecto fue instantáneo y los machos rivales se dispersaron rápidamente", dice Burville. Este investigador reconoce que su pasión es investigar a las focas, pero que siempre le sorprenden y que queda mucho por aprender sobre el comportamiento social de esta especie, cuyo nombre científico es Halichoerus grypus.

Que una foca de palmadas puede parecer poco noticioso porque las que están en cautividad son entrenadas para hacerlo, aunque nunca lo hacen en el agua, señala David Hocking, de la Universidad Monash en Australia y director del estudio. "Sin embargo, las focas salvajes lo hacen espontáneamente y parece que es una parte importante de su comportamiento social, de forma que todo lo que lo perturbe, como la contaminación sónica producida por el hombre, puede influir en su supervivencia. Y, si no conocemos el comportamiento, no podemos intentar protegerlo".

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No se sabe de un comportamiento similar en ningún otro pinnípedo, como el león marino, pero el sonido de la palmada sí es parecido al que generan delfines y ballenas dando golpes secos con sus aletas en el agua, e incluso otras focas con las aletas posteriores. También algunos emiten sonidos vocales parecidos.

Las que están en cautividad son entrenadas para hacerlo, aunque nunca lo hacen en el agua

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Desde aquellas primeras grabaciones de los cantos de las ballenas que abrieron un nuevo mundo en el conocimiento de los mamíferos marinos, los científicos han seguido intentando entender sus formas de comunicarse y también detectar su presencia por sus sonidos. Lo último es un estudio acústico realizado durante todo el año a lo largo de cuatro años en el mar de Bering para conocer cómo influyen las estaciones, la temperatura del agua y la cantidad de hielo marino en los movimientos de cinco especies del Ártico. Son la ballena boreal, la beluga, la morsa y las focas barbuda y listada.

Para obtener los datos, se situaron con la ayuda de la población local grabadoras en boyas en tres puntos del mar, uno de ellos en el estrecho de Bering, que es una gran ruta migratoria para estas especies. "La detección acústica es la forma más efectiva de establecer la presencia estacional de estas especies en un área de difícil estudio", dice el investigador Brandon Southall. Se puede utilizar también para medir la variación en el ruido, de fuentes naturales y humanas (como los barcos), que hay en los océanos y cómo puede afectar al comportamiento y el bienestar de los mamíferos marinos". Las 33.000 grabaciones obtenidas han permitido conocer con más detalle la distribución de estos animales y sus movimientos en una zona sometida a fuertes cambios por la variación climática.

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El vídeo de la foca de Burville se ha hecho tan popular que la empresa Virgin Media ha decidido contribuir económicamente a que continúen las investigaciones, en parte porque en su actual campaña publicitaria aparece precisamente una foca dando palmadas. El estudio se prolongará para estudiar la contaminación por plásticos del mar y sus efectos sobre los mamíferos marinos.

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