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La extinción de animales de granja amenaza la alimentación mundial

La FAO alerta de que al menos un 17% de las razas de ganado y aves de corral están amenazadas, aunque no se tienen datos sobre la situación del 58% de estas especies. El cruce indiscriminado y la producción a gran escala son las principales causas.

Vacas en un criadero cerca de Roanne, en Francia. AFP

MADRID. -No se trata del orangután de Sumatra o de las exóticas tortugas baula del Caribe, que con frecuencia lideran la lista roja de especies más amenazadas del mundo, sino de vacas, cerdos o gallinas. La desaparición cada vez mayor de numerosas razas de animales de granja supone no sólo una amenaza para la biodiversidad del planeta, sino también para la supervivencia de miles de seres humanos.

Al menos un 7% de las razas de ganado y aves de corral del mundo se ha extinguido y un 17% están peligro de hacerlo, según un estudio publicado este miércoles por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que considera estratégica la diversidad genética de estos animales para alimentar a las poblaciones futuras.

“Durante miles de años los animales domésticos como ovejas, pollos y camellos han contribuido directamente a la subsistencia y la seguridad alimentaria de millones de personas”, señaló el director general de la FAO, José Graziano da Silva. “Una proporción importante del ganado está en riesgo de extinción y su riqueza genética podría perderse antes de que pueda ser utilizada para ayudar a agricultores, pastores y criadores en los desafíos de producción presentes y futuros”.

El segundo informe sobre la situación de los Recursos Zoogenéticos Mundiales (el primero se publicó en 2007) asegura que de las 8.774 razas diferenciadas de aves y mamíferos que se utilizan en la actualidad para la producción alimentaria en el mundo, unas 1.458 están amenazadas. La cifra ha pasado del 15% en 2005 al 17% en 2014.

Esto es al menos lo que se sabe, porque la propia organización reconoce las enormes lagunas que existen al respecto. Hace ocho años la FAO puso en marcha una estrategia global para tratar de contabilizar los recursos genéticos de los animales de granja, pero aún sigue habiendo países que no aportan datos o que los aportan a medias, sin conocimiento real del número de poblaciones y su estructura. De total de razas incluidas en el estudio se desconoce en qué situación se encuentra el 58% de ellas. Por eso se entiende que la situación podría ser mucho más grave, en realidad. En cualquier caso, se espera que la documentación sea cada vez mayor: en 2007 sólo 10 países contaban con un banco de genes; hoy ya son 64, y otros 41 planean establecerlo.

Entre los mamíferos, las vacas son las que más están sufriendo la extinción, con al menos 184 razas desaparecidas, seguidas de las ovejas (160) y los cerdos (107). De las aves de corral, los pollos sobresalen de forma significativa por encima del resto: 60 razas de este animal se han extinguido ya, frente a las 15 de patos y 3 de gansos.

En términos absolutos, caballos, ovejas y vacas son las especies de mamíferos con un mayor número de razas amenazadas, aunque por porcentaje los conejos (con un 45% de sus razas en peligro) y los caballos (con un 22%) lideran la lista. No obstante, hay especies sobre las que la FAO se muestra especialmente preocupada, porque apenas existen datos sobre ellas: es el caso del 93% de las razas de ciervos, el 66% de las razas de asnos y el 98% de las razas de camellos.

Europa y el Cáucaso, ambas con industrias ganaderas muy especializadas, son las regiones del mundo con mayor número de razas amenazadas, señala el informe, que apunta directamente al cruce indiscriminado entre razas como la principal causa de la erosión genética. En la pérdida de biodiversidad influyen también el creciente uso de razas no autóctonas, las políticas inadecuadas en el sector, el declive de la producción ganadera tradicional y el abandono de las razas que no se consideran los suficientemente competitivas.

En este sentido, el informe se hace eco del caso del cerco ibérico en España, donde su población cayó de 4,1 millones de cerdos comercializados en 2008 a los 2 millones en 2013.

En general, el daño genético disminuye en las regiones del mundo donde son más habituales las crías de ganado a pequeña escala, como Asia meridional o África. No obstante, el informe alerta sobre la expansión de los sistemas de producción ganadera a gran escala, que afectarán en mayor medida a estas dos zonas, que se convertirán en un futuro en los principales centros de crecimiento del consumo de carne y productos lácteos.

La FAO advierte también sobre otras amenazas para la diversidad de estas especies, como las nuevas enfermedades, las presiones sobre recursos como la tierra y el agua, las demandas cambiantes del mercado y el cambio climático.

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