Un error del copiloto y un fallo de diseño provocaron la catástrofe del avión espacial turístico
250.000 dólares el billete
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La destrucción en vuelo del avión espacial de Virgin Galactic destinado a transportar turistas hasta la frontera del espacio se debió a un error humano, ha concluido el informe oficial de la comisión que ha investigado el accidente del pasado 31 de octubre, en el que murió el copiloto Michael Alsbury. Sin embargo, la ausencia de un mecanismo para evitar las consecuencias de este error fatal es un fallo de la compañía constructora, señala la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos.
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El problema, según el informe, que se presentó el 28 de julio, es que había necesariamente que desbloquear el sistema antes de los 1,8 mach pero la empresa no dejó claro en los manuales ni en la instrucción de los pilotos que fuera peligroso hacerlo antes del vuelo supersónico. Se supone que Alsbury, en un vuelo experimental y sometido a presiones de tiempo y vibraciones no experimentadas antes cometió el error.
No se han encontrado indicios de fallos estructurales, de sistema o del motor cohete
Desde el accidente, se ha establecido un mecanismo que impide que se desbloquee el sistema antes de tiempo, ha dicho el conocido empresario Richard Branson, propietario de Virgin Galactic. Branson ha subrayado que no se han encontrado indicios de fallos estructurales, de sistema o del motor cohete y ha reafirmado su confianza en el proyecto, a pesar de que desde el accidente no se han realizado vuelos de prueba.
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Esto se debe, según Hart, a que los vuelos espaciales comerciales están a punto de convertirse en realidad, pero su éxito o fracaso depende sobre todo de la seguridad. “Es una nueva frontera, con muchos riesgos y peligros”, dijo Hart. “Para que madure, debemos buscar meticulosamente y mitigar los peligros conocidos, como requisito previo a identificar y mitigar los peligros desconocidos”.
250.000 dólares el billete
Virgin Galactic lleva más de 10 años vendiendo carísimos billetes (unos 250.000 dólares) para vuelos suborbitales previstos inicialmente a partir de 2007, que alcanzarían brevemente los 100 kilómetros de altura, considerada la frontera del espacio. El SpaceShip Two puede llevar dos pilotos y seis pasajeros.
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Los vuelos espaciales comerciales están a punto de convertirse en realidad, pero su éxito o fracaso depende sobre todo de la seguridad
Para su trabajo, la comisión revisó muchísimos datos, tomados por numerosos sensores y cámaras durante el vuelo, lo que le lleva a tener gran seguridad en sus conclusiones, de la que derivan 10 recomendaciones para la Agencia Federal de Aviación (FAA), que tiene la misión de supervisar a la empresa, y para la Federación de Vuelos Espaciales Comerciales.