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La Tate de Liverpool evoca, en una amplia retrospectiva, la figura del padre del video-arte Nam June Paik.
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La galería Tate de Liverpool dedica hasta el 13 de marzo una retrospectiva al artista surcoreano Nam June Paik, considerado el padre del video-arte. La exposición incluye alrededor de noventa obras de las distintas fases de su carrera.
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Paik (1932-2006) fue uno de los artistas más innovadores del siglo XX con un talento polifacético, pues sus actividades se extienden al terreno musical, al filosófico, al espiritual y al político, facetas todas ellas que se pueden revisar de cerca ahora en Liverpool.
Nam Jun Paik nació en Seúl y a los dieciocho años tuvo que huir con su familia del país por culpa de la guerra de Corea, primero a Hong Kong y más tarde a Japón, donde se graduó en la Universidad de Tokio con una tesis dedicada al inventor del dodecafonismo, Arnold Schönberg.
Más tarde se trasladaría a Alemania a estudiar la historia de la música en la Universidad de Munich y en ese país conoció a otros compositores de vanguardia como el alemán Karlheinz Stockhausen y el estadounidense John Cage así como a los artistas conceptuales John Beuys y Wolf Vostell.
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En Alemania se desarrolló su interés tanto por la música electrónica como por todo lo experimental y allí comenzó a participar en el movimiento artístico neo-Dada conocido como Fluxus.
Su salto a la fama lo dio con una exposición titulada Exposición de Televisión Música-Electrónica, en la que colocó en varios lugares de la galería aparatos de televisión y distorsionó las imágenes que aparecían en la pequeña pantalla con imanes.
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En 1964 se trasladó a vivir a Nueva York, donde comenzó a colaborar con la violonchelista Charlotte Moorman, en performances que combinaban el vídeo y la música. En una de ellas la intérprete fue detenida por estar tocando con los pechos desnudos.
La manipulación de las imágenes televisivas y el uso vanguardista de las nuevas tecnologías se convirtieron en su sello particular y sus obras más icónicas combinan los televisores con las imágenes de Buda. Construyó violonchelos con aparatos de televisión y fabricó también robots con piezas extraídas de radios y televisores.
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Entre sus obras más famosas figuran Zen for TV, la proyección One Candle y Video Synthesizer 1969 o Something Pacific, consistente en la estatua de un Buda sentado y absorto en la contemplación de su propia imagen en un circuito cerrado de televisión.
Además de con la violonchelista Moorman, Paik fue amigo y colaboró con otros artistas como Yoko Ono, el coreógrafo Merce Cunningham, el músico David Bowie y la artista experimental de performance Laurie Anderson, quienes aparecen en el material documental preparado para la retrospectiva, la primera significativa desde su fallecimiento.
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A Paik se le atribuye la invención de la palabra superautopista en relación con las telecomunicaciones, término empleado en una propuesta que hizo en 1974 para la Fundación Rockefeller, en la que se refirió a la "construcción de nuevas superautopistas electrónicas".
La última gran retrospectiva fue la que le dedicó en el año 2000 el museo Guggenheim, de Nueva York, cuando el artista estaba ya paralizado a causa de una apoplejía sufrida en 1996 y que le obligó a utilizar una silla de ruedas durante sus diez últimos años.