Zapatero, ¿y qué pasa con las bicis?
Los usuarios de bicicletas piden al Gobierno "las mismas ayudas" que las anunciadas para la compra de coches. Greenpeace denuncia la medida de Zapatero porque trata de cubrir "los errores históricos del sector del automóvil&qu
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Los usuarios de bicicletas han estallado. También los defensores de las energías renovables. El anuncio del presidente del Gobierno en el debate de la nación de incentivar la compra de automóviles ha indignado a los usuarios de medios de transporte alternativos como también a 'los verdes'.
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Desde su punto de vista, se ha perdido una oportunidad espléndida para cambiar de rumbo las políticas de transporte y apostar definitivamente por los medios alternativos, más aún cuando lo que se vende "es lo contrario", reclaman. Por ello, sus reivindicaciones se resume en una: la apuesta por la bicicleta como medio de transporte esencial, llevando a cabo unas decisiones que resultarían "infinitamente más baratas que las medidas populistas del Gobierno", explican.
La idea de reclamar las mismas ayudas que se dan al automóvil, en realidad, apenas resulta una mera metáfora. Lo que reclaman es que se promueva el uso de la bicicleta, cuando actualmente lo que se hace a nivel estatal es "cero", denuncia la organización. Entre las medidas que proponen se encuentra la concesión de una ayuda a la compra de bicis 'análoga' a la de los coches, que podría suponer un tercio del coste de la bicicleta. También solicitan la aplicación de un tipo de IVA reducido, unas reducciones apenas comparables al gasto público que se invierte en incentivar la compra de coches.
Otra de las organizaciones que ha puesto el grito en el cielo tras el anuncio de Zapatero ha sido la ONG Greenpeace. Desde la organización no entienden como se destina "dinero público para cubrir los errores históricos en el sector del automóvil". Sara Pizzinato, responsable de la campaña de transporte de Greenpeace , considera que para el Ejecutivo de Zapatero no existe alternativa, que no plantea nada diferente a lo estipulado, ni otras soluciones, como gastar todo ese dinero invertido en los coches en "bonos transporte, bicis, medios públicos, etc".
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Para la entidad, un ejemplo clarificador lo encontramos en Catalunya, con el Q3, "un todoterreno de ciudad", que para nada promueve el transporte verde, dicen. Entre otras medidas, Pizzinato recomienda promocionar la fiscalidad verde, compensando a aquellos que apuesten por modelos innovadores y sostenibles y que reduzcan las emisiones de CO2.
Además, considera que este tipo de medidas ni tan siquiera ayudará a recuperar la crisis por la que está pasando el sector, fruto de una superproducción y una demanda "inexistente". "Los efectos a medios plazo son perniciosos porque se intenta mantener un ritmo de producción que no se respalda con la realidad", explica Pizzinato. Algunos informes como el del Halle Institute en Alemania, puestos como ejemplo por Greenpeace, analizan el poco efecto que este tipo de decisiones tiene sobre el mercado del automóvil.