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El yogui más popular de La India acepta el desafío de demostrar que el yoga cura el cáncer

EFE

Defensores y críticos de la medicina tradicional en la India se aprestan para una nueva batalla "científica", tras la promesa del yogui más popular del país de demostrar en tres años que el yoga puede curar el cáncer.

"He curado a cientos de pacientes y he presentado los registros médicos de 35 de ellos en el hospital AIIMS (de Nueva Delhi)", dijo recientemente el yogui, conocido como "swami" (maestro) Ramdev, en una conferencia pública frente a su "rival", un panel de miembros de la Asociación Médica India (IMA).

El "swami" Ramdev es casi una institución en la India gracias a un programa de televisión de audiencias millonarias en el que, ataviado con una túnica naranja, enseña posturas del yoga al tiempo que publicita los productos de su imperio farmacéutico.

Ramdev asegura -por la tele y por la red- que su técnica de ejercicios respiratorios, conocida como "pranayama", cura o alivia la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, los herpes o la caída del cabello.

Pero lo que ha soliviantado los ánimos de los doctores indios es la insistencia del "swami" respecto a la capacidad del yoga para curar los tumores de sangre, garganta, mama, glándulas pituitarias o próstata.

"No es una cuestión de fe. Hay estudios. Las células cancerosas mueren en un ambiente oxigenado. Y mediante el yoga, el cuerpo humano multiplica por diez la cantidad de oxígeno disponible, con lo que el cáncer se cura", relató a Efe el portavoz del yogui, S. Tigarawala.

La polémica del yoga y el cáncer nació de unas declaraciones de Ramdev la semana pasada, en las que aseguró que la ciencia médica moderna está basada en la ignorancia y que los médicos se proponen en realidad mantener a la gente perpetuamente enferma.

"Creemos que esas reivindicaciones pueden dañar a la sociedad. No se debe llamar al engaño de este modo. Ramdev está haciendo un buen trabajo con el yoga, pero tiene que ser responsable y saber que muchos de sus seguidores creen sus palabras de forma ciega", dijo hoy a EFE el presidente de la IMA, Ashok Adhaoo.

Aunque Ramdev se defendió luego diciendo que él mismo recomienda la medicina convencional para casos de tumores extensos, bloqueos arteriales, la malaria o la tuberculosis, sus declaraciones le han granjeado la antipatía del gremio médico.

"Le hemos pedido que deje de hacer declaraciones falsas o, de otro modo, tendrá problemas", amenazó Adhaoo, que no tiene objeción, por otro lado, en reconocer las bondades del yoga como un medio de mejorar la calidad de vida.

"Estoy de acuerdo -dijo el yogui- en que no hay una alternativa a la ciencia médica moderna para situaciones agudas o accidentes. Lo que hago es señalar que, como cualquier otro sistema, también tiene sus limitaciones".

Aprovechando esas limitaciones, Ramdev se pasa la vida acudiendo a campamentos de yoga, donde cientos de personas levantan las piernas al compás sobre el tapiz mientras el "swami" les cuenta las bondades de sus tratamientos medicinales, que van desde las hierbas hasta la orina de vaca.

El éxito del yogui se basa en la fusión de la tradición milenaria del yoga con las supersticiones presentes en buena parte de la India, donde muchos acuden todavía a santones, se santiguan con la futurología o creen en las propiedades mágicas de las gemas.

Ramdev acompaña la mezcla con la tribuna de su programa de televisión, donde el barbudo "swami" agita su estómago a toda velocidad y clama entre bromas que todo se lo debe al yoga, ante la mirada atenta de millones de indios que acompasan su respiración mañanera al "pranayama".

Seguidores y críticos de las terapias del yogui tendrán que esperar ahora tres años para saber cuál es el verdadero lugar de su maestro, aunque el ministro de Sanidad, Anbumani Ramadoss, no ha esperado tanto y ha calificado en el pasado de "basura" las posiciones de Ramdev respecto al cáncer.

"Lo de curar el cáncer no nos lo creemos -concluyó el doctor Adhaoo- Así que tendrá que probarlo. Hemos propuesto a Ramdev que aplique su remedio a sus pacientes, que permita pruebas clínicas de sus métodos y que nos dé un informe en un plazo de tres años".

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