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El voto emigrante, de nuevo estrella en las elecciones gallegas

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Por Emma Pinedo

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Hace cuatro años el resultado de las elecciones gallegas estuvo pendiente de un hilo a la espera de conocer el resultado del voto emigrante, que finalmente no cambió el signo de la votación, y podría ser determinante otra vez en 2009, o al menos está siendo el protagonista de la precampaña electoral.

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Tan importante son los sufragios de los emigrantes que los candidatos del Partido Popular de Galicia (PPdeG) y del Partido Socialista de Galicia (PSdeG) viajan este fin de semana a Argentina, donde residen 121.000 gallegos, y la Junta Electoral Central ha modificado los requisitos para emitir el voto en el extranjero el próximo 1 de marzo.

"Al principio la importancia del voto emigrante era marginal, ahora no. Puede que salga un presidente de las urnas y dos días después otro de las sacas", dijo esta semana en un desayuno informativo en Madrid el candidato del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo.

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Un total de 2.646.872 gallegos están llamados a las urnas para renovar el Parlamento, de los cuales un 13 por ciento (335.357) viven en el extranjero, sobre todo en países como Argentina, Uruguay, Brasil o Venezuela, según datos del censo electoral.

Además, los residentes en el extranjero superan a los votantes residentes en las circunscripciones de Lugo y Orense, 302.159 y 281.012, respectivamente.

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"En el voto emigrante gallego no se exige que quien recoja la papeleta y quien la lleve al correo se identifique. (...) Se deja en el buzón y cualquiera puede llevarla", denunció el candidato 'popular'.

Esto cambió a finales del mes de enero cuando la Junta Electoral Central emitió una instrucción añadiendo a partir de ahora el requisito de presentar una fotocopia del DNI o pasaporte expedido en España, o en su defecto una certificación de nacionalidad del Consulado en el país correspondiente, a la hora de formalizar el voto por correo, atendiendo a una petición del PPdeG.

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El presidente de la Xunta de Galicia y candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, aunque dijo que no iba a cuestionar la decisión de la Junta Electoral, puso en tela de juicio la oportunidad de la medida y aseguró que los votantes ya estaban identificados con su tarjeta censal.

"Los emigrantes tienen derecho a votar de acuerdo a la ley y en democracia nuestra primera obligación es hacer que los derechos se respeten y se puedan ejercitar. Ese afán tan intenso a última hora de poner condicionantes, como demócrata, me preocupa un poco", declaró en el mismo foro en Madrid el miércoles.

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El PSdeG alega que hasta hace dos años los emigrantes no tenían acceso al DNI español y no todos tienen el pasaporte, por lo que muchos inscritos en el Censo de Residentes Ausentes no podrán votar.

"¿Cómo se puede entender que un gallego que no tenga documentación y no pueda venir a España tenga interés en elegir al presidente gallego?", se preguntó mientras Núñez Feijóo.

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que gobierna en Galicia en coalición con el Bloque Nacionalista Galego (BNG) de Anxo Quintana con un sólo escaño más que el PPdeG - cree que el tema se tiene que abordar "con consenso", en profundidad e implica la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral, y no en pleno proceso electoral.

El presidente gallego citó entre los aspectos que habría que modificar de la ley la creación de una circunscripción electoral para la inmigración, establecer en qué comicios deben tener derecho a voto los emigrantes y dotar así de todas las garantías el proceso, incluyendo que se vote en urnas.

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Los dos candidatos reconocieron, no obstante, que todos comparten parte de responsabilidad en el problema porque ni con gobiernos del PSOE ni con gobiernos del PP se ha abordado la reforma de la ley electoral.

El tercero en discordia, Anxo Quintana, está de acuerdo con la decisión de la Junta Electoral.

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En las elecciones de 2005, el PP, del histórico dirigente popular Manuel Fraga, que presidió la Xunta 16 años, obtuvo un 45,2% de los votos y 37 escaños, quedando a uno de la mayoría absoluta que sumaron los 25 diputados del PSdeG y los 13 del BNG.

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