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Vitaminas B no protegen de la enfermedad cardíaca y el cáncer

Reuters

Por Frederik Joelving

A pesar de la excitacióninicial, las vitaminas B no reducen el riesgo de sufrir unsegundo infarto, concluyó un estudio que, para los expertos,cierra el debate en torno al tema.

Por otro lado, los resultados demuestran que las vitaminas-ácido fólico y vitamina B12- no elevan el riesgo dedesarrollar cáncer, algo que preocupaba a muchosinvestigadores.

"Esperé este estudio durante mucho tiempo", dijo la doctoraMarta Ebbing, del Hospital Universitario Haukeland, en Bergen,Noruega, que no participó en la investigación. "Por suerte, yalo tenemos", agregó.

Y si bien no le sorprendieron los resultados, sostuvo quela decepcionaron.

"Durante fines de la década de 1990, realmente esperábamosque fuera un tratamiento seguro y económico para pacientes conenfermedad cardíaca", dijo.

Estudios previos habían demostrado que los niveles dehomocisteína en sangre eran altos en las personas conenfermedad cardíaca. Eso llevó a pensar que el uso de lasvitaminas B para bajar el compuesto protegería el corazón yreduciría el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV).

El nuevo estudio, publicado en Journal of the AmericanMedical Association y financiado por Merck, "es el más grande ymejor diseñado hasta ahora", indicó Ebbing.

Al azar, el equipo indicó a más de 12.000 sobrevivientes deun primer infarto tomar píldoras placebo o vitamina B12 (1 mgdiario) y ácido fólico (2 mg). Luego siguió a los pacientesdurante siete años para conocer si las vitaminas losprotegían.

Un cuarto de los pacientes tratados con placebo sufrieronun segundo infarto o un ACV durante el seguimiento. En el grupoque tomó las vitaminas, eso sucedió en un número levementemayor de participantes, a pesar de que tenían nivelesconsiderablemente más bajos de homocisteína.

"Valió la pena comprobarlo", dijo, decepcionada, la autoraprincipal del estudio, la doctora Jane Armitage, de laUniversity of Oxford, en el Reino Unido. "Lamentablemente, larespuesta fue negativa", enfatizó.

por ejemploEstados Unidos, pero no el Reino Unido- para prevenir lasmalformaciones congénitas.

El cáncer, que era la principal preocupación, no aumentósignificativamente en los participantes tratados con lasvitaminas.

Los resultados "tranquilizan porque no mostraron problemasde seguridad", dijo Armitage.

Pero estudios previos sí habían apuntado a potencialesriesgos y Ebbing, que estudió los efectos cancerígenos, indicóque aún se desconocen las consecuencias de largo plazo de lossuplementos de vitamina B.

Lo cierto, agregó, es que tomar esas vitaminas no ayuda alcorazón, a pesar de que así lo indiquen las etiquetas en losproductos.

"Mi consejo para los pacientes cardíacos", dijo, "sería quesi tienen niveles altos de homocisteína, tienen un buen motivopara vivir lo más saludablemente posible", concluyó.

FUENTE: JAMA, online 22 de junio del 2010.

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