A Villa le duele y mucho no poder estar con toda probabilidad mañana en el Camp Nou. Su gesto de dolor cuando salió ayer del coche en la Ciudad Deportiva de Paterna lo decía todo. Sufre un 'esguince en la articulación acromioclavicular de su hombro izquierdo', según el parte médico. La lesión se produjo a ocho minutos del final del encuentro contra el Werder Bremen, cuando salió trompicado tras chocar con un rival en carrera. Abandonó Mestalla con el brazo en cabestrillo, pero risueño. Al día siguiente [por ayer], su rostro había perdido el optimismo mostrado en caliente.

Los médicos creen 'muy difícil' que pueda estar en condiciones de disputar los 90 minutos ante el Barça. Ni siquiera infiltrado. Si el dolor no remite lo suficiente, cualquier tratamiento reductor apenas lograría que aguantara 20 minutos sobre el Camp Nou. Al no existir desplazamiento de la clavícula, todo queda a expensas de su evolución. Mala suerte para el conjunto de Mestalla y buena para el club azulgrana. Con razón Márquez afirmó tajante que sin Villa el Valencia no era tan peligroso.

La historia se repite. Villa tampoco pudo participar en el encuentro de la primera vuelta por otra inoportuna lesión. Entonces se la produjo en el campo del Racing: microrrotura fibrilar del bíceps de la pierna derecha. El Valencia logró un meritorio empate a cero. El Madrid primero y después el propio Barça intentaron sin éxito su fichaje el pasado verano. El azar ha dispuesto que los dos partidos de esta Liga contra los azulgrana se los pierda. Salvo que su hombro izquierdo le acompañe en el sentimiento y las ganas del propio Guaje por recuperarse para tan atractivo encuentro.

Villa cumple su quinta temporada en el Valencia. Empezó fuerte y soltando mucho veneno en sus primeros enfrentamientos contra el Barça. Incluso con el Zaragoza, justo antes de recalar en Mestalla, ya le había tomado la medida al club azulgrana. En tres temporadas seguidas, cinco goles: uno con los maños y cuatro en las dos primeras con el Valencia. Firmó el doblete del empate a dos en el Camp Nou de la 2005/06. Valdés, intimidado por Villa, falló más de la cuenta.

Eso ocurrió al principio. En las dos últimas visitas, el Barça se ha pegado sendos atracones: 6-0 y 4-0. Y Villa parece haber perdido el aguijón que tanto daño hiciera. Por eso le duele tanto perderse el encuentro de mañana. Por su lastimado hombro izquierdo y por la espinita que todo delantero tiene clavada cuando no marca. Le quedan horas.