Videla envió los archivos de la represión, con las listas de desaparecidos, a España, Suiza e Israel
En 1983, el Gobierno de Felipe González autorizó el aterrizaje de 15 aviones del régimen militar argentino. Según consta en la Audiencia Nacional, los registros de aquellos viajes fueron eliminados. Un testigo afirmó que transportaban “fichas microfilmadas con las listas de los desaparecidos en la Argentina, liquidados por las Fuerzas Armadas".
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BUENOS AIRES.- “La subversión buscaba la conquista del poder para imponer una ideología de izquierda totalmente ajena a las tradiciones, al sentir y al sistema de vida nacional”.
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Buena parte de aquella documentación cruzaría el Atlántico algunas semanas después, a bordo de un avión Hércules C-130 de las Fuerzas Armadas argentinas. El 19 de diciembre de 1983, este avión aterrizó en la base aérea militar de Gando, al este de la isla de Gran Canaria.
El juez Garzón solicitó los registros del alojamiento de la tripulación y de los datos del vuelo al aeropuerto de Gando, pero habían sido destruidos
La tripulación argentina –compuesta también por otros cinco militares que sí fueron identificados al llegar al aeropuerto- durmió en el Hotel Cristina, donde contaba con habitaciones reservadas por el consulado de ese país en Las Palmas. Cuando Garzón trató de conseguir los registros de huéspedes, desde el hotel le respondieron que habían sido destruidos debido al tiempo transcurrido. Tampoco fue posible encontrar datos sobre el vuelo en el aeropuerto de Gando. “Los datos almacenados en sus archivos actuales no registran históricos con esa antigüedad, y es práctica habitual destruirlos pasado un tiempo prudencial”, señalaba el informe policial.
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A finales de 1984, el gobierno de Alfonsín habría intentado recuperar los archivos ocultos en una caja fuerte de una entidad bancaria suiza. “El entonces ministro de Defensa, Germán López, ordenó al responsable de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), Roberto Peña, que encargara la misión al agente Pablo Valle, quien, en los años sesenta, había trabajado para la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos en Guatemala”, señala uno de los documentos de la Audiencia Nacional a los que ha tenido acceso Público.
El agente secreto argentino vendió las claves secretas de la caja de seguridad en Suiza a un Gobierno occidental por unos 30.000 dólares
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Sin embargo, el operativo habría fracasado, “ya que el enviado del Gobierno argentino se sumó al grupo que debía investigar y desapareció en Ginebra”. “Existe una versión nunca confirmada oficialmente que indica que el agente Valle habría vendido las claves secretas de las cajas de seguridad suizas a un Gobierno occidental por una suma cercana a los treinta mil dólares americanos”, apunta el escrito. Este periódico ha podido confirmar que el régimen de Videla contaba con una cuenta en un banco suizo, a nombre del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.
La vía israelí
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