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Los viajes de Isaki Lacuesta

El director catalán prepara un documental sobre Barceló en Mali mientras ultima 'Los condenados'

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En algún lugar de Mali está Isaki Lacuesta, trazando el mapa de su próximo viaje. El director catalán busca localizaciones desde hace una semana para el rodaje del documental sobre Miquel Barceló, que empezará en noviembre. Una vez más, no se tratará de un itinerario cerrado, como no lo fue el de su sorprendente debut Cravan vs Cravan (2002) ni el de La leyenda del tiempo (2006), que ganó el premio del jurado del Festival de Las Palmas.

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Tampoco será un documental ortodoxo, como ninguno de sus filmes hasta el momento, crecidos más bien de las arenas movedizas entre el documento y la ficción.

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Para retratar al Barceló africano (el artista pasa cada año una temporada en Mali), Lacuesta se inspirará en el pintor y escritor francés François Augiéras (1925-1971), al que ve como alter ego del mallorquí.

Augiéras era un artista ermitaño. El diablo ermitaño lo llamaban en la comarca de Perigord (Francia) donde se retiró a vivir en una cueva. Pero, el escritor admirado por Gide, entre otros pasó también temporadas en África, donde, en algún punto entre Mali y Argelia, pintó un bunker que a Lacuesta le gusta vincular a la Capilla Sixtina que Barceló imaginó en la sede de la ONU en Ginebra. La película irá surgiendo del viaje en busca de ese bunker, al que Augiéras dijo que llegaría el hombre del siglo XXI. "El final cambiará si lo encontramos o no: si lo hacemos será El paciente inglés y si no El tesoro de Sierra Madre", dice, lúdico, Lacuesta.

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Pero antes, el director, de 34 años, venía de otra ruta. Entre Perú y Argentina ha rodado Los condenados, su primer filme de ficción, con guión cerrado, que ha coescrito con su habitual colaboradora Isa Campo. "Es una película muy clásica, mi intento de hacer cine narrativo, pero dejando espacios muy abiertos", reconoce, en un descanso de otro de sus proyectos, un documental sobre Ava Gardner.

Para ello, se ha situado entre Joseph Conrad y Sam Peckimpah. "Son personas que nunca renuncian a la narración, pero que no la hacen incompatible con una aproximación atmosférica y tonal". Hablando de atmósferas, Los condenados estará cerca del western crepuscular.

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La mención de Conrad no es casual. El escritor está en el germen de esta historia, que surgió de la lectura de Bajo la mirada de occidente (1911), donde el británico abordaba los dilemas de las revoluciones, a través de la rusa.

Por su parte, Los condenados con un reparto mayoritariamente argentino que incluye a Daniel Fanego o Arturo Goetz se pregunta qué significa la lucha armada hoy al contar la historia de un grupo de guerrilleros que se encuentra 30 años después de haber intentando cambiar el mundo. "Quisimos abrir la caja de los truenos, ver cómo han cambiado ellos y la lucha", cuenta Lacuesta, quien transita una ruta en la que ya indagó su admirado Chris Marker en El fondo del aire es rojo (1977), aunque desde un pulso bien distinto.

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Orillado siempre al viaje, desde el que crecen y se modifican sus películas, Lacuesta presentará también en otoño un proyecto que lo ha llevado por medio mundo, a la caza de los no lugares que el mastodonte Google Earth no nos enseña. Esta vez, más cerca del cine ensayo o de la instalación, Lacuesta demuestra que es de esos pocos capaces de no ponerse fronteras.

Barceló en mali
Documental donde Isaki Lacuesta retratará al Barceló africano (país que ha inspirado su ‘performance’ ‘Paso doble’, entre otros) a través de un viaje en busca de un búnker pintado por François Augiéras.

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Los condenados
La primera ficción del director de Girona, ahora en posproducción de sonido, y que podría estar lista para el Festival de San Sebastián.

Google earth
La instalación en busca de los lugares que Google no enseña.

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Correspondencia Naomi Kawase-Isaki Lacuesta
El diario íntimo filmado que, en forma de correspondencia, ha ido intercambiando Lacuesta con la cineasta japonesa Naomi Kawase. 

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