El viaje más polémico de la maleta de Centelles
Los herederos del fotógrafo dicen que los negativos ya han salido de Catalunya
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Ya no están en Catalunya. Los 9.800 negativos realizados por Agustí Centelles entre los años 1934 y 1939, y otros casi 7.000 de fotografía de tema industrial y publicitario, han partido camino de Salamanca.
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El Ministerio de Cultura todavía no ha pagado los 700.000 euros acordados además de dos exposiciones en EEUU, una en Latinoamérica y la creación de un premio Agustí Centelles, pero sus hijos Sergi y Octavi ya han mandado la maleta en el que sería su último viaje: hacia el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca.
Fuentes del Ministerio confirman que la entrega todavía no se ha hecho y que llegará de mano de sus dueños, quién sabe si en una maleta dentro de un coche particular.
Parecía que haber evitado la dictadura franquista y la incautación nazi fue un milagro para aquella maleta de madera cargada con todos los negativos del único fotógrafo que dio testimonio del campo de concentración francés de Bram con refugiados españoles. Sin embargo, llega la peor guerra para todas estas fotografías: la que están librando a tres bandas el Ministerio de Cultura, la Generalitat de Catalunya y los herederos del archivo.
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Ayer se supo que los hijos del fotógrafo Agustí Centelles recurrirán hoy a los tribunales para evitar las medidas de protección del departamento catalán de Cultura, que pretenden evitar que el archivo salga de Catalunya una vez comprado por el Ministerio de Cultura, explicó Sergi Centelles a este periódico.
"Ahora se dan cuenta de lo que se pierden", cuenta Sergi Centelles, visiblemente molesto y agitado con la reacción que ha encontrado en el departamento de Cultura de la Generalitat, "después de haber dejado pasar un año y medio sin hacer nada". Afirma que lo que se ha valorado en la decisión es la "concreción" propuesta por el Ministerio de Cultura. "Las posibilidades que nos ofrecen son infinitas". Se queja amargamente del trato que le han dado a tres colecciones fotográficas en el Archivo Nacional de Catalunya, que compraron hace años y que sigue a la espera de digitalizar.
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Este periódico se puso en contacto ayer por la mañana con el Archivo Nacional de Catalunya y preguntó precisamente por uno de ellos, el de José Badosa (quien fue, precisamente, uno de los maestros de Centelles). "¿Lo tenemos nosotros?". Responden a la solicitud de consultar el archivo. Ante la afirmación del interesado, que ha confirmado en la propia página web del archivo, se vuelve a preguntar si ya está digitalizado: "¿Digitalizado? No, no lo creo".
La guerra política arrancó ayer con el Conseller de Cultura Josep Manuel Tresserras, quien comentó que lo que ha ocurrido es de una "deslealtad flagrante". "He llamado a la ministra y le he expresado la gravedad de los hechos. Hemos acordado con ella que estudiaremos vías de solución", afirmó el conseller. Tresserras contó que en febrero de 2009 la Generalitat tuvo constancia de que la colección Centelles estaba en venta. Los herederos pedían 720.000 euros y en mayo, la Generalitat ofreció 500.000 euros y la cesión de los derechos de las imágenes a la familia hasta el 2015.
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El conseller asegura que el 22 de septiembre de 2009 se formalizó la propuesta, pero los herederos, según aportan en cartas, no es hasta el 29 de octubre cuando la Consejería de Cultura se pone en contacto con ellos para afirmar que sea la familia la que ponga las condiciones del posible acuerdo.
El conseller insistió en que las imágenes de Centelles son de "interés global, patrimonio de la humanidad, pero los objetos que enmarcan estas imágenes son patrimonio del pueblo de Catalunya y tienen un valor simbólico", y se excusó ante la respuesta de la familia a su pasividad: "Decir que no nos hemos tomado interés es como mínimo una frivolidad".
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Sergi Centelles y su hermano Octavi aseguran que defenderán a capa y espada el legado de su padre, "porque es nuestro y podemos hacer con él lo que queramos". "Además, ya está vendido. Ellos quieren volver a negociar, pero ya es demasiado tarde. Espero que el Ministerio de Cultura nos respalde y la ministra nos llamó para prometernos que nos iba a respaldar", contaba el hijo mayor.