Varios atentados causan 64 muertos en Irak
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Una serie de atentados con bombas que tuvieron como blanco áreas chiíes sacudieron el viernes Bagdad, causando la muerte de al menos 56 personas en una posible reacción después de una serie de ataques de Irak contra una debilitada insurgencia de Al Qaeda.
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Ocho personas también murieron a causa de las bombas en el oeste suní del país, menos de una semana después de que las fuerzas iraquíes respaldadas por Estados Unidos mataran a dos dirigentes de Al Qaeda en Irak.
Trece explosiones sacudieron diferentes zonas de la capital iraquí en una hora cercana a las oraciones musulmanas, la mayoría junto a mezquitas chiíes y en un mercado, informó una fuente del Ministerio de Interior.
Tres bombas tuvieron como objetivo a los fieles en los exteriores de la oficina principal del clérigo anti- estadounidense Moqtada al Sáder en el concurrido suburbio de Ciudad Sáder. Estas explosiones causaron la muerte de 39 personas e hirieron a 56. Algunos jóvenes lanzaron piedras a un vehículo blindado iraquí.
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"¿Por qué siempre apuntan contra nosotros? Somos gente pacífica. Venimos a rezar y después nos vamos por nuestro camino", dijo uno de los supervivientes a Reuters Televisión.
Los atentados también hirieron a unas 120 personas y plantearon la posibilidad de un incremento de la violencia después de que las elecciones de marzo no tuvieran un claro ganador y dejaran un vacío de poder que han aprovechado los insurgentes.
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"Atacar áreas de oración con una cierta mayoría (...) es una venganza por las pérdidas sufridas por Al Qaeda", dijo el portavoz de seguridad de Bagdad, mayor Qasim al Musaui, haciendo referencia a la mayoría chií de Irak. "Esperamos que tales actos terroristas continúen".
El domingo pasado, el líder de Al Qaeda en Irak, Abu Ayub al Masri, murió junto a Abu Omar al Baghdadi, el supuesto jefe de su grupo afiliado Estado Islámico de Irak, en una redada realizada por fuerzas iraquíes y estadounidenses en un área rural al noroeste de Bagdad.
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ACTOS DE VENGANZA
En otro de los atentados del viernes 11 personas murieron por un coche bomba cerca de una mezquita chií en el distrito de Al Amin, en el sudeste de Bagdad. Anteriormente, un coche bomba provocó la muerte de cinco personas cerca de una mezquita chií en el barrio de Al Hurriya, según informó la policía.
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"Estos son actos de venganza que tratan de enviar el mensaje al Gobierno iraquí y al mundo de que la existencia de Al Qaeda no se verá afectada por la muerte de líderes específicos", dijo el analista político iraquí Hamid Fadhel. "Ellos quieren decir que todavía están aquí".
Horas antes, siete miembros de una familia murieron en una serie de explosiones en Jalidiya, una ciudad en la turbulenta provincia de Anbar, a 83 kilómetros al oeste de Bagdad. Un oficial de policía murió intentando desactivar la bomba.
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La provincia de mayoría suní de Anbar ha permanecido relativamente tranquila desde que los líderes tribales comenzaron a hacer frente en 2006 a grupos suníes islamistas, como es el caso de Al Qaeda, que la dominaba. Sin embargo, los insurgentes continúan operando en esta provincia desértica.
"A las cuatro de la mañana escuché movimiento detrás de mi casa y encontré algunos barriles cerca, así que saqué a mi familia de casa", comentó Fadhil Salih, juez de la corte de Jalidiya.
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"Una hora más tarde la bomba explotó y destruyó mi casa, pero, gracias a Dios, no hubo víctimas en mi familia", dijo Salih.
Al menos 10 personas resultaron heridas en las explosiones, incluidos dos policías. Las autoridades impusieron una prohibición sobre vehículos y motos en Jalidiya.