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Valencia amanece conquistada por la sátira fallera y el ruido de la fiesta

EFE

Valencia ha amanecido hoy impregnada por la sátira política y social que emana de cada uno de los 382 monumentos falleros "grandes" que han aparecido hoy "plantados" por muchos rincones de la ciudad y que dejan patente que ni políticos, ni famosos ni deportistas escapan al agudo ingenio de los artistas.

Estos se han esmerado junto a los falleros durante una larga noche de la "plantà" para dejar el monumento listo para las visitas pero, sobre todo, para que el jurado lo valore desde esta mañana y esperar con ansia a que haga público, esta noche, su fallo sobre cuál es el mejor monumento de cada sección.

Con un presupuesto de casi siete millones de euros, las fallas grandes reflejan una actualidad en la que la crisis, la corrupción y los recortes son los protagonistas destacados.

No faltan escenas que ironizan supuestos casos de corrupción como Emarsa, Nóos o Gürtel, ni las figuras de políticos con tijeras que escenifican recortes, sin olvidar personajes del "famoseo" y el fútbol.

Aparece caricaturizado por la sorna fallera el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que es Aladín en la figura "Marianín y su lámpara maravillosa", en la que el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba es su inseparable mono.

Rajoy protagoniza también varios grupos con el "kit de recortes", las tijeras y "la pesadilla en Génova Street" que han provocado casos como Gürtel o "chafado" entre los pechos de una gran figura de la alcaldesa Rita Barberá, que se mantiene como una de las grandes protagonistas del arte fallero.

El "ninot" de Alberto Fabra se estrena como president de la Generalitat vestido de futbolista con publicidad del polémico aeropuerto de Castellón y el jugador portugués del Valencia Miguel Brito ve escenificadas sus polémicas salidas nocturnas, con una figura suya con un "cubata" en la mano.

El mundo fallero, los toros, la Fórmula Uno y el erotismo también son excusas perfectas para la sátira y la ironía de los artistas, que tampoco renuncian a tocar la fibra sensible del espectador con escenas de gran ternura y a caricaturizar a famosos como la duquesa de Alba, Belén Esteban o Kiko Rivera.

La falla municipal se alza 23 metros hacia el cielo de Valencia como homenaje al centenario de la primera revista fallera, a través de un recorrido histórico por las técnicas y los materiales usados por los artistas falleros durante el último siglo en la creación de los monumentos falleros.

Pero las fallas que más interés siguen despertando entre valencianos y turistas son las trece que compiten por el trono de mejor monumento en la Sección Especial y que analizan la crisis económica actual en clave musical o usando como excusa el mundo de las flores, la jungla o el circo.

Estos monumentos, que alcanzan una altura de entre catorce y veinte metros, apuestan por volúmenes, ángulos y formas innovadoras y este año también los hay que rinden homenaje al genio del Renacimiento italiano Leonardo Da Vinci, al continente africano, a la visión de la París más romántica y a la Inglaterra victoriana.

Con sus 764 monumentos infantiles y grandes ya plantados, Valencia vive inmersa en la vorágine festiva de la Fallas que cambia su fisonomía por unos días y la envuelve de aroma a chocolate con churros, de olor a pólvora, de sonido de bandas de música y de arte fallero.

Mónica Collado

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