La unión de Europa espanta a los especuladores

Lo que ocurrió ayer en los mercados bien podría ser el remake de Fuenteovejuna en versión financiera. Y como en la obra de Lope de Vega, la unión triunfó. Por primera vez desde que comenzó la crisis de deuda soberana en Europa, todos los países han salido en apoyo de un vecino con problemas. Además, China, Japón y EEUU también se sumaron a la causa.

La sorpresa de esta actuación fue tan mayúscula que obligó a los especuladores que tenían apuestas a la baja sobre la deuda pública y la banca de los países de la periferia del euro a deshacerlas apresuradamente. "Se demostró que una acción política unidireccional puede obligar a quienes apuestan por la caída del mercado a deshacer rápidamente esas apuestas", explica Soledad Pellón, estratega de IG Markets.

El Tesoro español espera colocar hoy 3.000 millones en bonos a cinco años

El resultado fue un subidón en las bolsas europeas, especialmente en la española. El Ibex 35 ganó un 5,42%, hasta los 10.101 puntos, en su mejor sesión desde el pasado 10 de mayo, cuando subió más de un 14% tras la aprobación del fondo de rescate europeo. La banca empujó la subida con ganancias que rondaron el 10%. La euforia también reinó en el mercado de deuda pública, la rentabilidad del bono español a diez años bajó hasta el 5,41%, y el diferencial de la deuda con Alemania retrocedió 15 puntos a 240 puntos básicos.

Los inversores que llevaban días apostando por la caída de los mercados quedaron descolocados. "Durante los últimos días había inversores interesados en conseguir el máximo interés posible en las subastas de deuda pública fijadas para esta semana y eso ha favorecido que se desataran noticias negativas para meter tensión en el mercado", asegura David Cano, director de AFI. Las órdenes cambiaron apresuradamente de sentido. Ayer, al ver la inesperada subida de los mercados se vieron abocados a comprar apresuradamente los títulos sobre los que habían apostado a la baja para evitar perder, de ahí las fuertes subidas en la bolsa.

La primera buena noticia llegó en la subasta de la deuda pública portuguesa. "Se esperaba una buena aceptación, pero lo que nadie había imaginado es que bajara el tipo de interés", asegura Soledad Pellón.

El riesgo país de España se reduce 15 puntos básicos en la sesión

Efectivamente, el Tesoro portugués colocó 1.249 millones de euros en obligaciones a diez años a 6,716%, frente al 6,806% que pagó en la anterior subasta de similares características celebrada el pasado 10 de noviembre. La demanda superó en tres veces la oferta de títulos. Este resultado impactó directamente en el mercado secundario de deuda pública. La rentabilidad del bono portugués cayó hasta el 6,76%, alejándose del peligroso 7% (límite a partir del cual los expertos consideran que se debe recurrir al fondo de rescate) que había superado a principios de la semana. Además, el ministro de finanzas portugués aseguró que el 80% de la demanda había llegado de inversores internacionales.

La tendencia compradora en los mercados se aceleró a medida que se iban conociendo los mensajes políticos de apoyo a los países con problemas. El primero en salir en defensa de Portugal, España y el euro fue el comisario de Economía europeo, Olli Rehn. En un artículo firmado en el periódico británico Financial Times confirmó que Europa prepara modificaciones en el fondo de rescate europeo (ver información adjunta). La canciller alemana, Angela Merkel, por primera vez desde que comenzaran los problemas en Europa no fue una voz discordante. Aseguró que su país "hará todo lo necesario para apoyar al euro", y no descartó apoyar la ampliación del fondo de rescate. Se unieron también los mensajes de apoyo de China y Japón.

Merkel asegura que hará "todo lo necesario por salvar al euro"

Además, el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, anunció que Europa, como EEUU, también hará nuevas pruebas de solvencia a la banca entre febrero y marzo. Un elemento más de confianza para los mercados, como demostró el test de julio.

¿Hasta cuándo puede llegar esta euforia? De momento, el mercado está pendiente de lo que ocurra hoy en la subasta de deuda pública española. El Tesoro tiene el reto de colocar entre 2.000 y 3.000 millones en bonos a cinco años. "Se espera que haya una buena demanda, pero también está descontado que España podría tener que subir algo el tipo de interés", comenta Soledad Pellón. En la última subasta similar en noviembre pagó 3,601%.

Si esto sale bien, "los especuladores se mantendrán alejados del mercado siempre que el diseño del fondo de rescate europeo que prepara Europa acierte en los cambios, según apunta José Luis Martínez estratega de Citigroup. Eso sí, hay un dato para la desconfianza: ayer se abrieron nuevas posiciones cortas contra Bankinter.