La Unión Europea advirtió el martes al gobierno de facto de Honduras de que se arriesga a más sanciones si no se encontraba una solución pacífica a una crisis provocada por el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya.

Un comunicado aprobado por los ministros de Asuntos Exteriores de la UE reunidos en Bruselas dijo que el bloque de 27 países continuará restringiendo los contactos políticos con el gobierno de facto instalado tras el golpe del 28 de junio y advirtió sobre sanciones más duras.

"Hasta que se encuentre un acuerdo pacífico, la UE seguirá dispuesta a tomar más medidas restrictivas, incluso centrándonos en aquellos miembros del gobierno de facto que creamos que bloquean el progreso de una solución negociada", señaló el comunicado.

En julio, la Comisión Europea dijo que suspendería todos los pagos de apoyo presupuestario a Honduras tras el fracaso para resolver la crisis. También suspendió la asistencia para el desarrollo.

La UE ratificó el martes su apoyo a la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y la Organización de Estados Americanos, y convocó a todas las partes a trabajar por una solución pacífica negociada y un restablecimiento del orden constitucional de cara a las elecciones de noviembre.

También expresó su profunda preocupación por las denuncias de violaciones a los derechos humanos, incluidas amenazas a activistas de DDHH, detenciones arbitrarias y la represión de manifestantes pacíficos.

"La resolución es importante porque significa una tolerancia cero al golpe en Honduras y contra las autoridades que participaron en este golpe o contra la gente que ahora son un obstáculo para volver a la normalidad", declaró Diego López Garrido, secretario de Estado español para la UE.

Estados Unidos anunció la semana pasada que había suspendido ayuda no humanitaria por más de 30 millones de dólares a Honduras para presionar al gobierno de facto a que renuncie y reinstale en el poder a Zelaya, quien vive en el exilio.