Trichet defiende papel protector del euro y la lucha del BCE contra la inflación
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El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, defiende el papel protector del euro contra las "turbulencias", así como la lucha de la entidad emisora por la "estabilidad de los precios", que es su "mandato".
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La fuerza del euro, que hoy marcó un récord al superar los 1,56 dólares en los mercados de cambio, ha suscitado críticas, especialmente en Francia, por su efecto en las exportaciones y por incitar a la deslocalización de empresas.
"No se puede decir a la vez que el euro es un handicap y que el euro es una protección demasiado eficaz a fin de cuentas!", sostiene Trichet en una entrevista en la edición del semanario "Le Point" publicada hoy.
El euro "nos protege contra ciertas turbulencias", como el estallido de la burbuja de internet, la fuerte subida de los precios del petróleo y la crisis financiera actual, afirma, al recalcar el papel de "escudo eficaz" de la moneda única.
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Al mismo tiempo, reafirma que le preocupan los movimientos "excesivos" de los tipos de cambio y ha tomado nota con "una extrema atención" de que las autoridades de Estados Unidos han dicho que un dólar fuerte responde al interés de la economía de EEUU.
Explica que "más allá de las relaciones entre las grandes monedas", hay un proceso de transformación rápida de los economías de los principales países industrializados a causa del "dinamismo" de emergentes como la India, China, Brasil y Rusia.
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"Es una tendencia de largo plazo. Lo que se requiere es crear muchos más empleos nuevos" que los antiguos destruidos, señala.
Trichet defiende la política monetaria del BCE, que ha estado "totalmente guiada" por su principal mandato: "asegurar la estabilidad de los precios a medio plazo. Ni más, ni menos".
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"No debemos tolerar que las alzas actuales de los precios del petróleo, de las materias primas y de los productos agrícolas" se extiendan al conjunto de los precios y salarios: "sería una espiral inaceptable" que pondría en peligro de forma duradera la estabilidad de los precios, el crecimiento y la creación de empleo, advierte.
"Si ya no fuéramos creíbles" para asegurar la estabilidad de los precios, "los hogares perderían la confianza y los mercados financieros serían mucho más turbulentos, porque les perturbarían las incertidumbres sobre la inflación a medio plazo", insiste el francés Trichet.
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Dicho esto -agrega- todos los bancos centrales deben tener en cuenta las situaciones "particulares" de sus economías.