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Los trabajadores británicos esperan más protestas laborales

Reuters

Las protestas por la contratación de trabajadores extranjeros en un proyecto de construcción en Reino Unido podrían haber terminado, pero si Stewart Roe tiene algo que decir en el asunto, no pasará mucho tiempo hasta que haya otras.

Roe, trabajador en la refinería de Lindsey, situada en el este de Inglaterra, no está satisfecho con el acuerdo alcanzado el jueves para cerrar una disputa de ocho días en torno al empleo de portugueses e italianos en la planta, propiedad de la francesa Total. La empresa se ha comprometido a contratar al menos a 102 trabajadores británicos más en el proyecto.

Este empleado volverá al trabajo el lunes, pero no cree que se hayan resuelto los problemas laborales fundamentales, y tanto él como otros dicen que hay una docena de centros energéticos del país en los que hay que abordar los mismos problemas, y en los que el descontento no hará más que aumentar conforme se eleve el desempleo en la recesión.

"Esto sólo es el principio. Es un problema enorme, nacional", afirmó el jueves este trabajador de 61 años, fumando mucho mientras sus colegas asentían.

"Hay un sitio en Plymouth en el que hay una disputa seria sobre trabajadores polacos, y va a haber grandes problemas en Staythorpe", dijo, refiriéndose a una nueva estación eléctrica que está construyendo el grupo energético alemán RWE npower en el centro de Inglaterra.

Desde el punto de vista de Roe, los contratos que Total y otras empresas tienen con trabajadores extranjeros explotan un agujero en las leyes de empleo, permitiendo que se envíen trabajadores "por correo" a Reino Unido, donde se les paga menos que a los británicos, rebajando el mercado.

Total dice que sus contratos cumplen las leyes británica y europea, un aspecto que Roe no discute, pero que según dice sigue sin hacer que la legislación sea buena.

"No tenemos rencor contra los trabajadores extranjeros", dijo, añadiendo que él ha trabajado en Sudáfrica. "Son las leyes las que necesitan ser revisadas adecuadamente, de arriba a abajo".

EXPANSIÓN ENERGÉTICA

Tanto si ése es el caso como si no, la Unión Europea ha dicho ser consciente de los problemas que da aplicar las normas en ciertos campos, y el tema ha colocado al primer ministro británico, Gordon Brown, frente a un dilema.

Los mercados de trabajo flexibles y el uso de la directiva han ayudado a impulsar la economía británica en la última década, otorgándole uno de los mejores rendimientos de la UE.

Pero ahora la economía mundial está en dificultades, con una caída de la producción y un aumento del paro, y proteger los empleos de los británicos se ha convertido en una necesidad política.

Al mismo tiempo, Reino Unido está comprometido con una gran ampliación de su sector energético en los próximos años, con planes para una docena de plantas sólo entre las nucleares y las basadas en carbón. Muchos de esos contratos se han otorgado ya a empresas extranjeras que intentarán reducir costes.

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