Los menores de 25 años siguen siendo los más afectados por la situación del mercado laboral y las cifras indican que cada vez son más los que emigran o se dan por vencidos. Si bien el número de desempleados en esta franja de edad disminuyó en 25.700 personas en el primer trimestre de 2014 según los datos de la Encuesta de Población Activa hechos públicos este martes por el Instituto Nacional de Estadística. Esa reducción, que es de un 2,8%, hay que ponerla, sin embargo, en contexto.

En el primer trimestre del año, el número de jóvenes en activo se redujo en 64.100 jóvenes, lo que significa una caída del 3,8% con respecto a diciembre. En el último año han sido 134.500 los jóvenes que han dejado de considerarse activos (un 7,8% más), por lo que la cifra total entre los 16 y los 25 es de 1.588.500. 

Pese al descenso absoluto del desempleo juvenil, la tasa de paro de este colectivo escaló hasta el 55,48% al término del primer trimestre, lo que supone seis décimas más que en el trimestre anterior, cuando el desempleo de los jóvenes menores de 25 años se situó en el 54,88%.

Otro de los datos que son el síntoma claro de que la recuperación económica no se traduce más que en una reducción de la prima de riesgo es que de los más de 5,9 millones de parados contabilizados en España al finalizar marzo, el 14,85% son jóvenes menores de 25 años y el 50,1% son parados de larga duración. De hecho, el número de parados de larga duración se incrementó en 9.900 personas en el primer trimestre, un 0,33% más que en el trimestre anterior, hasta rozar casi los tres millones de personas (2.975.800).

En el último año, los parados de larga duración han aumentado en 49.300 personas (+1,7%).

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