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"Soy tan violento que quito la nieve para abrir paso"

Mimi era el típico punk de gran ciudad que se pegaba con los amigotes y trapicheaba con drogas

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De joven, Mimi era el típico chaval con ganas de camorra e instinto asesino, perdido en las grandes ciudades. Traficó con todo lo imaginable. Anduvo con ladrones de casas. Vendió droga y se drogó. Pegaba hostias en las manifestaciones anarquistas. Incluso puso en circulación algún billete falso de francos franceses para un oscuro grupo terrorista. Y un día, cuando estaba al borde del abismo, unos pueblerinos le abrieron de par en par las puertas de una aldea casi abandonada. Todo cambió.

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A este tipo de estatura impresionante y de fuerza igualmente descomunal, los mayores de una comarca del Mediodía Rojo francés le ofrecieron una segunda vida. Pese a llegar con aires de punk destructivo, algunos viejos le indicaron hace veinte años dónde había casas abandonadas a punto de desplomarse. Mimi okupó una de ellas y empezó a restaurarla, aún sin saber.

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"Haciendo se aprende", dice para explicar su actual oficio, el de obrero de la construcción y de los trabajos agrícolas en alta montaña. Añade pensativo: "Al principio fue duro. Diez bajo cero dentro de la casa. Ahora estoy bien. Tengo calefacción. He conseguido hacer mi hogar".

Un hogar que muchos especuladores inmobiliarios para sí lo quisieran en su estado actual. La casa rural de Mimi está cobijada en el sector soleado y menos ventoso del valle, al lado de un río, con un prado frondoso delante. Pero de mercado inmobiliario, aquí, nada de nada. El ayuntamiento ha comprado el suelo, lo ha hecho público, y alquila la casa por menos de 100 euros al mes a quien la haya restaurado y viva en ella.

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Y es que Mimi es ya toda una institución en su pueblo. Con su socio ha montado una cooperativa de obras en alta montaña, y se han convertido en la pareja clave en los momentos duros, como las tempestades de este invierno, cuando los servicios públicos no llegaron. "Soy tan violento que este invierno levanté toneladas de nieve para abrir paso a los abuelos y que pudieran transitar", dice.

 

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