Talleres sexuales para mujeres, porque venimos 'sin manual de instrucciones'
Reuniones-terapia, ya muy asentadas en Estados Unidos, donde la distinción por edad no tiene cabida y el fin es conseguir que las asistenes se sientan cómodas y se atrevan a contar sus problemas de alcoba con total naturalidad, sin tabúes ni ataduras
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Sobrepasan el medio siglo pero su mejor terapia juntas es ir a un taller. Y no una cualquiera, acuden a uno de sexualidad. Allí se reunirán con otras mujeres –de distintas edades- con el sencillo y natural objetivo de hablar y aprender sobre sexo. Se sentarán en círculo y compartirán sus dudas, temores, aprenderán sobre anatomía femenina y sobre todo a conocerse sin vergüenza, ni tabúes. Guadalupe tiene 28 años y también decidió asistir, acompañada por una amiga, a una de estas terapias-. Asegura haber aprendido mucho y que repetiría experiencia. “Fue todo muy dinámico y entretenido. Pudimos compartir impresiones y opiniones sin sufrir la vergüenza habitual a la hora de hablar de estos temas”
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Esto a día de hoy en España no sería un plan muy habitual para un grupo de amigas porque aunque parezca que sobre sexualidad está todo escrito, reconocer que se tiene un problema o simplemente dudas sigue costando y mucho. Y tener una vida sexual activa y satisfactoria es posible “a cualquier edad, solo se trata de animarse, hablarlo y probar”, asegura la sexóloga y periodista catalana Sylvia de Béjar, pionera en impartir éste tipo de talleres.
“No nos educan en sexualidad, ni nuestros padres, ni en la escuela y lo que se acaba aprendiendo por internet no hace más que desinformar” asegura con resignación Sylvia de Béjar que destaca la importante labor que tienen éstas terapias grupales para conocerse y mejor la sexualidad, porque, como afirma, al fin y al cabo el sexo es práctica y “no hay más”.
“No nos educan en sexualidad, ni nuestros padres, ni en la escuela y lo que se acaba aprendiendo por internet no hace más que desinformar"
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Tu sexo es tuyo: cómo lograrlo es uno de los talleres que oferta de Béjar y que reúne a mujeres para hablar y compartir experiencias de una manera dinámica y diferente. La distinción por edades aquí no tienen cabida, las mujeres más maduras en general han crecido con una serie de tabués muy marcados y la interacción entre distintas generaciones puede “ayudar a que se abran y enriquecerse mutuamente”.”Te sorprendería ver la cantidad de prejuicios y falsas ideas con las que llegan algunas veinteañeras” jura la experta. Los talleres suelen impartirse a grupos en general reducidos, no más de 8 mujeres por taller, ya que la idea es conseguir que las que asistan se sientan cómodas y se atrevan a contar sus inquietudes y experiencias con total libertad.
Éste tipo de reuniones-terapia son habituales en Estados Unidos, en dónde lo que se aprende en ellas se llevan a la práctica en directo y las mujeres que participan ya entran desnudas a la consulta. “Creo que aún el modelo de talleres que se hace en Norteamérica no cuajaría en España, no serían viables” comenta Marta Ibáñez Saínz- Pardo, psicóloga y autora de la web vidasexualypareja.com en la que oferta diversos talleres y terapias relacionadas con sexualidad. En talleres, Marta les enseña a conocerse y todo lo que se debe saber sobre anatomía femenina, incluso a modo de ejercicios hace que modelen clítoris con plastilina. “Hablamos también de fantasías sexuales y entre todas vamos creando una especie de relato”.
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“La gente tiene una imagen equivocada de los talleres. Se intenta que sean entretenidos y dinámicos, con vídeos e incluso les enseño como se usan objetos sexuales como las bolas chinas, pero nadie toca a nade"
Virginia destaca que en todo momento se les recalcó que era algo confidencial, que todo lo que se dijera en el taller no iba a transcender por lo que podían y “debían” ser sinceras para poder sacarle el mayor partido. Los temas tan íntimos que se tratan en éstos talleres traen cola y generan a veces confusiones chistosas, Marta Ibáñez cuenta que tuvo que aclarar en su página web que en los talleres que imparte no hay desnudos y “nadie toca a nadie” porque, asegura, “la gente tiende a creer que son así y nada más lejos de la realidad, solo intento que sean entretenidos y dinámicos, les pongo vídeos e incluso les enseño como se usan objetos sexuales como las bolas chinas”. A veces, “me gusta hacer una broma cuando están todas dentro de la sala, les digo venga, ya os podéis quitar la ropa”, comenta -entre risas- algo que hace para ver las reacciones, que en general son “muy divertidas y curiosas”.
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La sexualidad a los 60 -si se vive bien- “puede ser mejor que a los 20, porque se consigue tener menos prejuicios, liberarse más”.
Sexualidad en la madurez, mejor que a los 20