El presentador estrella desde hace más de 20 años del telediario más visto de Francia, el de "TF1", Patrick Poivre d'Arvor, será sustituido después del verano por Laurence Ferrari, que ya había trabajado en el principal canal privado del país, que sufre en su audiencia la llegada de la televisión digital.

Aunque "TF1" no había oficializado la renovación de la cara de Poivre d'Arvor (conocido en Francia por sus iniciales PPDA, de 60 años), todos los medios de comunicación daban hoy por hecho esa noticia filtrada por la emisora de radio "RTL".

Además, ofrecían detalles de las últimas maniobras para su sustitución por Laurence Ferrari, de 41 años, que todavía presenta un programa dominical de entrevistas políticas en otra televisión privada de la competencia, "Canal Plus", que sí ha confirmado que tendrá que prescindir de ella cuando finalice la actual temporada.

Este cambio de presentadores del informativo de las ocho de la tarde, que cada día reúne a unos ocho millones de telespectadores, es el signo de una vasta reestructuración de "TF1" en toda su área informativa al calor de la crisis generada por el impacto de la competencia de la televisión digital.

Desde mayo de 2007 al mismo mes de este año, la audiencia de esta cadena, resultado de la privatización en 1987 del que era entonces el primer canal de Francia, ha pasado del 31,4% al 27,2%. Paralelamente, el principal canal público, "France 2" había perdido cuota de pantalla, pero más ligeramente: del 17,8% al 17,3%.

PPDA es una auténtica institución en el paisaje audiovisual francés, que empezó a presentar su primer telediario en 1976, entonces en la televisión pública, y ha estado al frente del de "TF1" desde el 31 de agosto de 1987.

Este hombre polifacético, que entre otras cosas es escritor de cierto éxito y cuya imagen desde hace muchos años es la que utilizan "los guiñoles de la información" de "Canal Plus" había anunciado imprudentemente que tenía intención de seguir en ese puesto hasta 2012, cuando cumplirá 65 años.

Otra imprudencia que según "Le Monde" también podría haber pesado en su despido como presentador es tratar al presidente francés, Nicolas Sarkozy, de "niño pequeño" en una entrevista.