Suben a 43 las muertes en los soterramientos en Brasil, en el tercer día de búsqueda
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Los equipos de rescate iniciaron hoy el tercer día de búsquedas entre las toneladas de lodo y escombros que dejó un corrimiento de tierras desatado por la lluvia en Ilha Grande y Angra dos Reis, en el suroeste de Brasil, donde ya han sido recuperados 43 cadáveres.
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El hallazgo hoy de dos nuevos cadáveres, uno en Ilha Grande y otro en el centro de Angra dos Reis, elevó a 43 el número de víctimas confirmadas en los deslizamientos de tierras que provocó el pasado viernes la lluvia en la zona, a unos 150 kilómetros al suroeste de la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
En Ilha Grande se han recuperado 29 cuerpos y en Angra, ciudad continental con la que integra un solo municipio, han sido hallados 14 muertos.
Fuentes oficiales informan de que los bomberos trabajan en Ilha Grande con la ayuda de perros entrenados y maquinaria pesada en la búsqueda de al menos tres mujeres, dos turistas y una habitante de la comunidad de la playa del Bananal.
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Con los últimos balances, que sitúan en 65 los muertos por las lluvias de Fin de Año en todo el estado de Río de Janeiro, ya se supera la peor Nochevieja de la historia reciente, la del 1 de enero de 1989, cuando murieron 55 personas en el naufragio del "Bateau Mouche IV".
En todo Brasil, son algo menos de 80 los fallecidos por los deslizamientos de tierras provocados por las intensas lluvias caídas entre el miércoles y el viernes.
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Conforme en Ilha Grande avanzan los trabajos, que se prevé continúen alrededor de dos semanas más, se ha podido saber que la "Pousada Sankay", pequeño hotel de lujo, fue afectada parcialmente y que lo peor se lo llevó la residencia familiar de los dueños y no las habitaciones de los huéspedes, algunas de ellas intactas.
Además, en la playa del Bananal, una pequeña comunidad donde viven alrededor de 270 personas, otras siete casas resultaron afectadas, la mayoría alquilada a turistas que llegaron para pasar la nochevieja.
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El secretario estatal de Salud y Defensa Civil, Sergio Cortes, pidió a los turistas que abandonen la isla y a los hosteleros que cierren las puertas de sus establecimientos.
"Nuestro recelo es que empiece a llover fuerte y eso cause pánico entre los turistas por no disponer de embarcaciones suficientes para que todos dejen la isla al mismo tiempo", dijo Cortes, citado por el diario O Globo.
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Por su parte, el geólogo Claudio do Amaral, uno de los más importantes especialistas del país, comentó, después de visitar las zonas afectadas, que las muertes hubieran sido evitables con la debida inversión en sistemas de percepción de riesgos.
"Deben implantarse en estos lugares mecanismos que consideren que, a partir de determinados índices de lluvias, debe evacuarse el área", dijo Amaral según cita el diario Folha de Sao Paulo.
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El geólogo denunció que Brasil "todavía está atrasado" en sistemas de prevención de riesgos ya que considera que el país "no tiene costumbre, no está en la agenda, como sí en Japón o los Estados Unidos, que tienen entrenamientos para terremotos y tornados".
Además, explicó que en Ilha Grande, hay menos de un metro y medio de tierra cubriendo la roca, que no filtra el agua sino que la obliga a correr colina abajo, con lo que facilita los deslizamientos en caso de fuertes lluvias.
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Amaral señaló que, en el caso de Angra, el factor humano representó "un plus" en la tragedia, ya que en la zona del derrumbe hay excavaciones, construcciones.