Lahore (Pakistán), 18 nov (EFE)- Al menos catorce personas han perdido la vida en las últimas horas en nuevos combates entre chiíes y suníes, en un área tribal de Pakistán cercana a la frontera con Afganistán, lo que eleva a 105 los muertos a causa de la violencia sectaria en la zona en los últimos cinco días.

Según el canal privado "Dawn", las últimas muertes se han producido en la ciudad de Parachinar, en la provincia tribal de Kurram, centro de los enfrentamientos religiosos que comenzaron la semana pasada y que han dejado la zona sin suministro eléctrico.

El Ejército se ha desplegado en Parachinar para intentar frenar los enfrentamientos, que se desataron cuando varios chiíes armados atacaron una mezquita suní de la ciudad y causaron dos heridos, lo que provocó las iras de los suníes.

Los choques iniciales derivaron en abiertos combates en los que ambas partes utilizaron armamento pesado, según fuentes militares.

La tensión continúa reinando en la ciudad, donde los altavoces de las mezquitas retransmiten mensajes pidiendo a los residentes que permanezcan en sus casas, dijo "Dawn".

A ello se suma la escasez de alimentos provocada por el cierre de los mercados en los últimos días, agregó el canal.

Además del Ejército, a la zona se ha desplazado una "jirga" o consejo tribal de 16 miembros para intentar mediar entre ambas partes.

Parachinar es conocida como el "Pequeño Irán" porque está dominada por chiíes, y ya había sido escenarios de violentos combates con 80 muertos el pasado abril.

Los últimos combates enfrentan a miembros de la tribu Turi, chií, contra la tribu Mengal, que es suní.