Standard and Poor's eleva la perspectiva de España a estable y pone condiciones
La agencia de rating recomienda que el Gobierno continúe con "su agenda de reformas estructurales" y califica de "inflexible" el mercado laboral.
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Standard & Poor's ha elevado este viernes la perspectiva de la deuda soberana española de negativa a estable, por la mejora en su posición exterior y la gradual reanudación de su crecimiento económico, aunque mantiene su calificación en BBB-/A-3', calidad media aceptable dentro del grado de inversión.
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En un comunicado, la agencia estadounidense de medición de riesgos justifica su decisión porque los indicadores de la calidad crediticia del país se están estabilizando debido a las reformas presupuestarias y estructurales, así como a las políticas de apoyo de la zona del euro.
La calidad crediticia de España, prosigue S&P, se está estabilizando, por lo que sus analistas consideran que la probabilidad de que la calificación que aplican a España "se mueva hacia arriba o hacia abajo" durante los dos próximos años se ha reducido en un 30%.
Para S&P, la economía española es ahora "diversificada y próspera" gracias a la agenda de reformas financiera, fiscal y estructural del Gobierno, pese a lo cual la calificación que se aplica a España aún está lastrada por los altos niveles de deuda externa tanto del sector público como del privado.
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Además, las perspectivas de crecimiento para los próximos tres años son limitadas, por las "inflexibilidades" que aún muestran algunos sectores de actividad como el mercado de trabajo, todavía altamente segmentado. S&P estima que el PIB español se contraerá aproximadamente un 1,2 % en 2013, para después crecer un 0,8% en 2014 y un 1,2% en 2015, sobre todo por el aumento de las exportaciones.
Para el periodo comprendido entre 2013 y 2016 el crecimiento medio anual del PIB será del 0,6%, superior al 0,3% que calculaban en su anterior revisión.
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Entre los factores que presionarán el crecimiento a la baja S&P destaca la débil demanda interna, cuya recuperación será difícil dado que la renta disponible continuará cayendo debido a la elevada tasa de desempleo, la bajada de salarios y el proceso de consolidación presupuestaria; el paro, indica el informe puede frenar el crecimiento económico.
Por lo que respecta al superávit por cuenta corriente, la agencia lo sitúa en el 1,4% del PIB en 2013 y en el 3% entre 2015 y 2016; este dato es de gran valor para S&P, ya que da la medida de la reducción del "elevado" endeudamiento externo de España. Si se cumplen estas previsiones, S&P cree que la posición deudora neta internacional de España del 94 % del PIB en 2012-, podría caer por debajo del 80% en 2016.
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Otro de los factores que pueden lastrar la recuperación son los elevados costes de financiación, que si bien se han reducido para el sector público aún son muy altos para el sector privado.
La agencia estadounidense indica que la calificación de España podría mejorar siempre y cuando el Gobierno prosiga con su agenda de reformas estructurales, se reduzca el déficit presupuestario, y la la posición externa siga mejorando, de modo que la deuda neta externa caiga por debajo del 150% de los ingresos por cuenta corriente, y se reduce el coste de acceso a la financiación externa para el sector privado.