La soprano Ana María Martínez cayó al foso de la orquesta en "Rusalka"
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La soprano puertorriqueña Ana María Martínez cayó al foso de la orquesta durante una representación de la ópera "Rusalka", del checo Antonin Dvorak, con la que triunfa en el festival de Glyndebourne (sur de Inglaterra), y tuvo que ser sustituida por otra intérprete.
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Ocurrió en la tarde del viernes hacia el final del primer acto de la representación cuando Martínez, que representa a una ninfa del agua, trataba de alejarse del príncipe del que está perdidamente enamorada, según informa hoy el diario "The Times".
Las piernas de la cantante se engancharon en la maquinaria escénica y Martínez trató desesperadamente de sostenerse sobre el escenario antes de caer de espaldas sobre la sección de cuerdas de la orquesta, según confirmó hoy a Efe una portavoz de Glyndebourne.
Los músicos acudieron en su ayuda y dos médicos hicieron inmediatamente acto de presencia después de que los responsables del teatro hicieran un llamamiento por los altavoces a la audiencia para que se presentara algún doctor.
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A pesar de la que la cantante dijo sentirse bien para continuar su actuación, se decidió por precaución trasladarla al hospital a fin de que fuera examinada a fondo.
Martínez fue sustituida por la primera ninfa, Natasha Jouhl, a quien a su vez tuvo que reemplazar otra cantante, que se encontraba en Londres cuando ocurrió el accidente y que llegó a tiempo por tren para el tercer acto.
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Tras ser examinada por los médicos, Martínez fue dada de alta del hospital y se encuentra reposando, explicó la portavoz del festival, quien expresó su esperanza de que la puertorriqueña, que ha recibido fuertes elogios de la crítica por su debut como "Rusalka", pueda volver a cantar el próximo lunes.