Un socio de Berlusconi pide la secesión del norte de Italia
El creciente poder de Bossi atiza la tensión en la coalición derechista de gobierno
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La hasta ahora tranquila mayoría parlamentaria de Silvio Berlusconi está a punto de entrar en una crisis de histeria a raíz del renovado protagonismo de un partido centrista, la Unión de Demócratas Cristianos y de Centro (UDC), que amenaza con trastocar la escena política italiana.
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Los aliados del primer ministro en el Gobierno se han enzarzado en una carrera para ver quién la dice más gorda: el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, proclama que un día el norte de Italia se independizará por las buenas o por las malas, mientras que el líder de la ex Alianza Nacional, Gianfranco Fini (hoy integrada en el berlusconiano Pueblo de la Libertad), ha hecho saber que si Berlusconi no le hace más caso a partir de ahora cogerá los bártulos y se irá del partido junto a una cincuentena de diputados. Y en medio, el líder del partido católico de centro UDC, Pier Ferdinando Casini, ahora en la oposición, se muestra dispuesto a favorecer con sus 35 diputados "otra mayoría" en el Parlamento que liquide el poder de los 60 diputados de la Liga Norte.
Bossi ha soltado en un acto de su partido en Venecia que "la Padania un día será un Estado libre, independiente y soberano". La Padania es el nombre con el que la Liga Norte denomina a las regiones italianas situadas al norte del río Po. El secretario federal de la Liga ha añadido que "seremos libres por las buenas o por las menos buenas. Ser libres es un derecho de los pueblos".
"La Padania un día será un Estado libre, independiente y soberano"
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La Liga nunca ha escondido su independentismo, que aparece como lema en muchos de sus documentos, pero en los últimos años había reconducido su estrategia hacia el federalismo. Su mayor victoria hasta ahora ha sido aprobar en el Parlamento una ley que pone las bases del futuro federalismo fiscal. Bossi dice ahora, sin embargo, que "el federalismo no basta. Queremos cambios más radicales".
Los adversarios de la Liga Norte ven en esta subida de tono una táctica para conseguir nuevas concesiones de Berlusconi. Esto es lo que ahora intenta frenar Fini, quien ha hecho saber a través de su hombre de confianza, Italo Bocchino, que está dispuesto a resucitar su antiguo partido, Alianza Nacional, si Berlusconi no le consulta más sus decisiones
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Bocchino está recogiendo las firmas de una cincuentena de diputados afines para forzar a Il Cavaliere a reequilibrar los poderes en la mayoría. Fini, a su vez, explota a su favor los rumores de que podría irse del partido para formar un alianza de centro junto a Casini.
Por su parte, Casini declara que, si una cincuentena de hombres de Fini abandonan a Berlusconi, sus 35 diputados en el Parlamento pueden bastar para decidir "otra mayoría". Se trataría, sugiere, de forzar una mayoría de centro-izquierda que incluyera además a la corriente de Fini.