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Un sistema de control bancario a la española

La UE llega a un acuerdo para unificar la supervisión financiera inspirado en el modelo del Banco de España. Reino Unido acepta las nuevas reglas con matices

DANIEL BASTEIRO

Mientras EEUU ponía en marcha la mayor reforma de su sistema financiero, la Unión Europea (UE) le dió ayer una vuelta de tuerca más a la suya. La cumbre europea de Bruselas aprobó un principio de acuerdo para reformar y unificar el control del sistema financiero. Eso sí, tratando de aunar las dudas e inseguridades nacionales, sobre todo las de Reino Unido, que teme que decisiones importantes respecto a la City , la mayor plaza financiera europea, se tomen lejos de Londres.

Las líneas generales de la reforma europea parten del denominado informe Larosière, pero incorporan elementos decisivos del sistema español de supervisión, tanto en la letra como en el espíritu, que refleja la necesidad de extremar la prudencia y de anticiparse a los problemas de los mercados financieros. Así por ejemplo se creará un sistema de provisiones anticíclicas, es decir, que en tiempos de bonanza los bancos estarán obligados a llenar sus despensas para poder enfrentarse con holgura a los problemas cuando lleguen las vacas flacas. Ese principio fue desarrollado bajo la guía estricta del Banco de España.

Según el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, esta es una de las principales bazas de la institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que se instituyó en 1979 precisamente para hacer frente a una crisis financiera. En su opinión, el sistema de provisiones le ha servido para mantener una de las regulaciones más estrictas de los países desarrollados. 'España es el mercado que menos ha avanzado en la desregulación', añade Díez.

El director del Observatorio para la Reforma de los Mercados Financieros del Instituto de Analistas Financieros (IAF), Ramiro Martínez-Pardo, recalca el 'mínimo impacto' que la nueva regulación tendrá a priori en el mercado español. 'Todo el tema de regulación de hegde funds y productos de inversión en España está reguladísimo', puntualiza. 'También la consolidación de riesgos o las provisiones anticíclicas'. Según Martínez Pardo, 'por cicatería no se ha sabido apreciar en España lo importante de nuestras medidas y ahora nos damos cuenta al verlo en el exterior'.

La cumbre de Bruselas llegó a un principio de acuerdo sobre la arquitectura del nuevo sistema, pero quedaron pendientes algunos flecos, en particular por la insistencia de Reino Unido en limitar algunos de los poderes de los nuevos supervisores.

Entre los organismos que la UE quiere crear está el Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, que debe coordinar la información y alertar de posibles colapsos de bancos transnacionales, además de tres nuevas autoridades que sustituyan a los comités consultivos en materia de banca, seguros y bolsa. Estos tres nuevos organismos tendrán una misión principal: velar por la estabilidad del sistema y resolver disputas entre países miembros en caso de discrepancias.

Decisión final

Éste es uno de los puntos que más preocupa al Reino Unido, que reclama que estos órganos no tengan el poder de decisión final en caso de enfrentamientos nacionales. Anoche no estaba del todo claro hasta qué punto el premier británico, Gordon Brown, cedió en sus pretensiones, aunque diversas fuentes aseguraban que había conseguido salirse con la suya en algunos aspectos que consideraba clave. Es el caso de la potestad de los nuevos reguladores para instar la quiebra de bancos británicos y decidir en consecuencia sobre el uso de fondos público de Reino Unido en la operación desalvamento.

El Reino Unido, donde tienen su base 600 bancos internacionales, no quiere que las tres autoridades puedan desau-torizar las decisiones del regulador británico o incluso hacerle pagar los platos rotos por quiebras de bancos que no estén bajo su estricta competencia. Además, el Consejo de Riesgo Sistémico, que según la propuesta de la Comisión Europea deberá estar presidido por el Banco Central Europeo, irrita a Londres, que está fuera de la institución por no haberse adherido al euro.

Tras el acuerdo de ayer, la Comisión Europea pondrá sobre la mesa sus propuestas definitivas en otoño.

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