El futuro de la producción del Renault Clio, objeto de polémica por su posible fabricación sólo en Turquía, se decide hoy en una reunión entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el del grupo automovilístico, Carlos Ghosn, ha informado el ministro francés de Industria, Christian Estrosi.

Estrosi, en declaraciones a la prensa, al ser preguntado sobre los planes de Renault para concentrar el ensamblaje del Clio en la factoría turca de Bursa, remitió el viernes al encuentro organizado por Sarkozy en el Elíseo, que convocó a Ghosn después de que la prensa filtrara esa información la semana pasada.

El ministro quiso quitar hierro a sus intervenciones públicas en las últimas horas, en las que había señalado que el Estado francés, como principal accionista del fabricante (tiene un 15%), podía exigir a la dirección explicaciones sobre su estrategia industrial.

"La realidad es que ni el aumento del capital ni el número de administradores es lo que determina las decisiones estratégicas e industriales que el Gobierno y el presidente de la República quieren obtener de Renault", indicó.

Renault ha insistido en que no ha tomado una decisión sobre dónde se fabricará el Clio de cuarta generación a partir de 2013, que vendrá a sustituir al modelo actual, que se ensambla esencialmente en la planta de Bursa (180.000 unidades en la primera mitad de 2009) y en la francesa de Flins (125.000 en esos mismos seis meses).

El grupo ha reconocido que plantea dejar de fabricarlo tanto en la fábrica española de Valladolid (8.000 unidades en el primer semestre del pasado año) como en la eslovena de Novo Mesto (17.000).