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Sarkozy plantea más control sobre las materias primas

Rebaja su ambición al frente del G-20 en temas como la tasa Tobin a la banca

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El presidente francés, Nicolas Sarkozy, insistió ayer en la alarma por el vertiginoso aumento de los precios internacionales de la materias primas agrícolas, pero a la hora de buscar soluciones se limitó a reclamar "transparencia" de los mercados. Tanto en ese como en otros terrenos, el presidente francés revisó a la baja sus ambiciones como presidente del G-20 y del G-8, y casi dio por sentado que no podrá imponer una tasa internacional a las transacciones financieras. "Tiene grandes adversarios; intentaremos convencerlos", dijo.

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Durante la que fue la primera presentación oficial de sus objetivos al frente del directorio mundial, Sarkozy estuvo muy dramático en cuanto a la constatación de la situación, y llegó a decir explícitamente que "corremos el riesgo de disturbios del hambre en los países pobres".

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Pero, a la hora de señalar cómo piensa impedirlo, se limitó a estimar que es necesario crear una base de datos internacional sobre stocks de materias primas agrícolas, para "mejorar la transparencia de los mercados y dar previsibilidad".

Curiosamente, tuvo a bien precisar que intentará imponer la "transparencia" sólo a los "mercados físicos", es decir a la compraventa real de stocksde productos alimenticios y a las previsiones de producción. No así a las bolsas de materias primas agrícolas, y a sus productos derivados especulativos. Con ellos, Sarkozy sólo quiere "regular", especialmente intentando que los operadores que compran opciones deban, al menos, pagar efectivamente parte de las sumas supuestamente invertidas.

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Por otra parte, juzgó deseable que "se eviten decisiones unilaterales" de suspensión de exportaciones de trigo y otros cereales, y aseguró que contaba para ello con la colaboración del presidente ruso, Dimitri Medvédev. El presidente, que soñaba hace unos meses con revolucionar el sistema monetario internacional en particular la relación yuan-dólar dijo esta vez que sólo va a intentar que los países se pongan de acuerdo en "indicadores" de los desequilibrios en materia de déficits de balanzas de pagos, de reservas de divisas y de paridades de monedas. Confesó que le gustaría que el FMI se encargue de pilotar medidas cuando esos "indicadores" marquen desequilibrios, pero reconoció que "no bastará con una presidencia" del G-20 para ello.

También en cuanto a la instauración de una tasa Tobin sobre transacciones financieras aparentó marcha atrás Sarkozy. Si bien Francia considera que la tasa a las transacciones es la "mejor solución" para financiar el desarrollo, dijo que "no agota por sí sola la cuestión" y que aceptaría otras vías, porque "lo peor sería no encontrar financiaciones innovadoras".

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