La sanidad gallega, condenada a pagar 100.000 euros al morir un paciente tras perder una biopsia
El fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia señala que se dieron "numerosas irregularidades" en la historia clínica y que hubo "un larguísimo y lamentable retraso" y "fallos excepciopnalmente graves
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El Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha sido condenado a indemnizar con 100.000 euros a la familia de una joven que falleció por un cáncer de lengua después de un retraso en el diagnóstico al perderse la biopsia que le habían realizado.
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Según recoge el fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) tras la demanda tramitada por los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente, el Sergas deberá abonar 60.000 euros a la madre de la joven de Boiro (A Coruña) fallecida y 20.000 euros a cada una de sus dos hermanas.
La defensa de la familia, ejercida por el abogado de El Defensor del Paciente en Galicia Cipriano Castreje, ha indicado, en un comunicado, que "lo excepcionalmente grave del caso" es que la biopsia practicada a la joven el 23 de septiembre de 2003 en el Hospital de Barbanza "se perdió y nunca llegó al laboratorio que tenía que analizar las muestras orgánicas".
"Nadie se dio cuenta de ello hasta que la paciente pasados seis meses va a preguntar por el resultado de las pruebas", ha señalado el letrado, que precisó que entonces le dijeron a la joven: "No saben lo qué ha pasado, se habrán perdido". Pero "en vez de practicarle una nueva biopsia le practican una punción con aguja fina, que no es en modo alguno tan eficaz y concluyente como la biopsia", apostilla el abogado.
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El fallo del tribunal señala que se dieron "numerosas irregularidades" en la historia clínica y que hubo "un larguísimo y lamentable retraso en el estudio combinado de todos los datos clínicos que hacían pensar en la posibilidad de una enfermedad grave", puntualiza la Asociación El Defensor del Paciente.
El fallo judicial atribuye al Hospital do Barbanza que hubo "un fallo excepcionalmente grave" en la práctica de la primera biopsia, "cuyas muestras se perdieron y de la que, por tanto, no se pudo obtener ningún dato cuya importancia podía ser clave en ese momento", apunta la asociación.
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También la defensa de la familia resalta el "desacierto posterior", que recoge el fallo judicial, en los meses siguientes, "para poder determinar objetivamente la clase de dolencia que la paciente padecía en la boca". "Todo ello determinó un retraso manifiesto en el diagnóstico de la grave enfermedad que realmente padecía la joven, tal como, de manera mucho más lógica y razonable, indicó el informe pericial aportado", añade.
"Según la perito, no se hizo estudio histológico de la lesión al perderse el material para practicar la biopsia, no se hicieron exploraciones complementarias diagnósticas y hubo una falta de criterio por parte de los médicos en el seguimiento de la patología de la paciente, que condujo a que la paciente con 27 años, falleciese, a pesar de los tratamientos agresivos que se le pautaron en esta segunda fase, y que se demostraron muy tardíos", sostiene El Defensor del Paciente.
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La joven vecina de Boiro falleció durante el procedimiento, en concreto el 21 de noviembre de 2005 y, según ha denunciado la asociación, "nadie pidió disculpas a la familia". Así, en la actualidad por estos mismos hechos se siguen diligencias penales en un Juzgado de Instrucción de Ribeira (A Coruña).