Por Tanya Mosolova y Pavel Polityuk

El gas natural ruso ha comenzado a fluir a través de Ucrania camino a Europa el martes, dos semanas después de que se detuviera el suministro a unos 20 países europeos por una disputa contractual entre Moscú y Kiev.

La orden de reanudar el bombeo de gas se dio después de la firma de un contrato de gas por 10 años entre Rusia y Ucrania y de conversaciones de última hora entre la primera ministra ucraniana, Yulia Tymoshenko, y responsables del monopolio estatal ruso de exportación de gas Gazprom.

"Hoy a las 10:05 (07:05 GMT) Ucrania comenzó a recibir gas ruso a través de Sudzha (estación de compresión en el oeste de Rusia)", dijo el portavoz Sergei Kupriyanov.

"Ahora estamos aumentando los volúmenes de las entregas en todas las rutas para alcanzar unas operaciones normales", agregó.

Una portavoz de UkTransGaz, unidad de la estatal energética ucraniana Naftogaz, confirmó que el gas ruso había comenzado a fluir en la red de gaseoductos ucranianos en tránsito a sus clientes en Europa.

La disputa ha reflejado la tensión política entre ambos países. Rusia se opone a las aspiraciones de Ucrania, ex república soviética, de unirse a la alianza militar de la OTAN.

El consejero delegado de Gazprom Alexei Miller dijo que bajo el nuevo contrato Ucrania pagaría 360 dólares por 1.000 metros cúbicos de gas en el primer trimestre de este año, un pronunciado incremento desde los 179,5 dólares que Kiev pagaba por el gas ruso en 2008.

El nuevo precio probablemente baje a lo largo del año ya que el gas está reduciendo su precio como el petróleo, pero aún así será una gran carga para una economía ucraniana que lucha con la deuda y las fuertes caídas de su moneda.

Tymoshenko dijo el lunes que preveía un precio medio anual de entre 230 ó 250 dólares por 1.000 metros cúbicos.

Rusia provee casi la cuarta parte de las necesidades de gas de Europa y bombea el 80 por ciento a través de Ucrania.