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Rubalcaba sitúa en julio su despedida y delega en su sucesor la convocatoria de primarias

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El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo deja, aunque no dimitirá y seguirá siendo el máximo líder de la oposición hasta julio. El dirigente socialista ha adoptado la decisión de convocar un congreso extraordinario para los días 19 y 20 de ese mes tras asumir personalmente los resultados de las elecciones europeas que se celebraron anoche y que situaron a su partido ante el nivel de apoyo ciudadano más bajo de la historia

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La Ejecutiva federal, reunida este lunes en Ferraz, ha optado por la opción del congreso en lugar de decantarse por adelantar las primarias abiertas con las que la formación daría con su próximo candidato a la Moncloa. Esta opción, la de precipitar la votación abierta a la ciudadanía, había sido la exigencia planteada por miembros del sector crítico del PSOE como la propia exministra de Defensa Carme Chacón. Visiblemente afectado, Rubalcaba ha insistido en que "las primarias abiertas deben mantenerse", si bien ha delegado en su sucesor o sucesora la convocatoria del proceso, inicialmente previsto para el mes de julio. 

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La herencia recibida, tan utilizada por el Gobierno del PP para justificar todos sus recortes, ha sido completamente asumida este lunes por el secretario general de los socialistas. Esa ha sido su explicación ante la derrota: "No hemos recuperado la confianza de los ciudadanos, en parte, porque hay muchos que lo están pasando mal y empezaron a pasarlo mal cuando estábamos en el Gobierno", ha argumentado. Pero también ha reconocido su culpa. El mal resultado electoral, ha dicho, "tiene responsables", y la "principal" la tiene "el secretario general". 

"Debo asumir la responsabilidad de un resultado malo sin paliativos", ha afirmado. Y a pesar de que la candidata de los comicios ha sido su número dos y mano derecha, Elena Valenciano, -única miembro de la Ejecutiva que ha arropado a Rubalcaba en su rueda de prensa de despedida- ha insistido en que es él quien debe marcharse cuanto antes, y por eso ha convocado un congreso. "Es una decisión mía, mía, mía. Es mi responsabilidad y la asumo como tal", ha remarcado. A pesar de ello, sí ha reconocido estar "frustrado" por lo sucdido en las urnas, aunque no se siente sólo. "Me siento perfectamente acompañado", ha remarcado.

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En su opinión, debe ser "una nueva dirección la que continúe con el trabajo" de renovación que se promulgó desde el 38 Congreso Federal de Sevilla. "Hay que cambiar las formas dentro del partido y en la forma de relacionarse", ha asegurado, si bien él no ha sabido pilotar ese proceso en los dos años y tres meses en los que ha permanecido al frente de la Secretaría General de los socialistas. Lo hará una nueva dirección. ¿Dirigida por quién? "Será el congreso el que lo decida", ha afirmado Rubalcaba.

En el partido ya suenan los nombres de quienes iban a presentarse a las primarias, como es el caso de la propia Chacón, de Patxi López o de Eduardo Madina. Los resultados electorales en Andalucía, única comunidad autónoma en la que el PSOE ha ganado al PP con un margen tan grande como de 10 puntos, hacen a muchos sumar a esa lista también el nombre de la todopoderosa presidenta de la Junta, Susana Díaz.

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Uno de ellos, u otro dirigente que decida presentarse al congreso, será el que convoque las polémicas primarias abiertas que a juicio de Rubalcaba deben celebrarse sí o sí, porque "son el final de un proceso de renovación". Lo cierto es que el hecho de que el congreso sea antes de la votación de militantes y ciudadanos para elegir al candidato del PSOE, podría desvirtuar el proceso, dado que el secretario general recién escogido será el que decida todos los detalles y el que podría resultar determinante para uno u otro resultado.

El partido de los socialistas está a punto de llegar, por tanto, al final de la era Rubalcaba. Hoy, a toro pasado, el aún líder del PSOE ha desvelado una de las principales incógnitas de los últimos meses. Una vez perdidas las elecciones, ha asegurado que no tenía pensado concurrir a las primarias. "Hace tiempo decidí no presentarme y lo sabían algunas personas", ha dicho. Estas eran la propia Valenciano, el secretario de Organización, Óscar López, y el expresidente del Gobierno Felipe González.

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