Rouco: "El crimen del aborto ensombrece la historia de la humanidad"
El presidente de la CEE vuelve a cuestionar la reforma de la ley que el Gobierno tiene previsto aprobar antes de verano
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"No es verdad que la democracia pueda funcionar bien como mero juego de mayorías y minorías con independencia de su sustrato ético. En una situación así, la democracia se convierte fácilmente en una palabra vacía". El cardenal de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, volvió a trazar ayer una visión apocalíptica de España y de determinadas propuestas legislativas del Gobierno socialista.
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En su discurso de apertura de la Asamblea Plenaria de los obispos en la que ya no participó su principal adversario episcopal, Antonio Cañizares, enviado a Roma y con sucesor en Toledo designado, Rouco Varela cargó contra la reforma de la ley del aborto, un grave "deterioro de la conciencia moral en lo que toca al valor sagrado de la vida humana".
Para el cardenal de Madrid, es preciso denunciar que "el crimen del aborto ensombrece la historia de la humanidad" en todo el mundo, pero especialmente en España. "Desde la legislación de 1983 apuntó el purpurado, la situación ha ido empeorando", pues "amplios sectores de la sociedad han empezado a considerar públicamente que eliminar a los que van a nacer no sería algo de por sí reprobable".
"Nunca hemos dejado de denunciar las leyes injustas, con absoluta independencia de las cambiantes coyunturas políticas", aseguró el cardenal, citando las ocasiones en las que, desde 1974, los obispos han criticado el aborto y sus consecuencias.
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Sin embargo, continuó, denunciar las prácticas abortivas "no es hacer política en el sentido estricto de esta palabra", sino más bien "conformar la vida en sociedad de acuerdo con los principios de un Estado democrático de Derecho".
En este punto, el cardenal de Madrid aventuró que, de llevarse a cabo reformas legislativas como las que planea el Ejecutivo socialista en interrupción del embarazo, "el mismo ordenamiento democrático se tambalearía en sus fundamentos". "No faltan entre nosotros prosiguió quienes parecen querer reducir la democracia a tal mecanismo empírico de regulación de intereses", aun cuando "lo que esté en cuestión sea nada más y nada menos que el derecho fundamental a la vida de los más débiles e inocentes, como son los que van a nacer".
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Para Rouco, "sin una base moral objetiva, ni siquiera la democracia puede asegurar una paz estable", llegando a una "crisis de la conciencia moral en la sociedad", que viene pareja a la crisis global. "Sin un cambio profundo de mentalidad y de actitudes, a la luz de una conciencia moral rectamente formada, difícilmente se remontará esta grave crisis", aseveró.
Asimismo, Rouco también ha aludido a la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, reivindicando el derecho "inalienable" de los padres y las escuelas "en colaboración con ellos" a educar a sus hijos en los principios morales y religiosos que "libremente asuman y cultivan".