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Rivero se niega a dar 37 edificios a Metrovacesa

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La guerra que se abrió entre los principales accionistas de Metrovacesa, Joaquín Rivero y Bautista Soler, por un lado, y la familia Sanahuja, por otro, que terminaron segregando en dos la inmobiliaria, aún no ha terminado. Rivero y Soler se quedaron con la filial inmobiliaria francesa Gecina que aún tenía que dar a Metrovacesa 37 edificios en París, valorados en unos 2.000 millones, a cambio de recuperar una participación de Gecina de casi el 27%. Ayer, el consejo de administración de Gecina, que preside Rivero, rechazó traspasar estos activos.

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Así, Gecina evita reducir su cartera y recibir un 27% que probablemente tendría que repartir entre los principales socios y obligar a éstos a lanzar una oferta de compra forzosa.

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El argumento de Gecina para no cumplir el último paso de la separación de Metrovacesa es que el pacto de 2007 no fue entre empresas, sino entre accionistas, y los Sanahuja ya no tienen el control de Metrovacesa. Lo cedieron, al no poder pagar su deuda a seis bancos, encabezados por Santander y BBVA. Si deciden traspasar el 27% de Gecina, Metrovacesa tendría minus-valías de 840 millones.

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